jueves, 10 de diciembre de 2009

jueves 10 de diciembre de 2009
Descendientes de españoles se reúnen en Barcelona para analizar su situación ante la Ley de Memoria Histórica.
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Descendientes de españoles se reúnen para analizar su situación ...

Tribuna Latina

Descendientes de españoles se reúnen para analizar su situación ante la Ley de Memoria Histórica

Barcelona, 9 de diciembre de 2009.

La Organización Internacional de Descendientes de Españoles (OIDE) en su afán por ayudar a las personas que aspiran a obtener la nacionalidad española, en el marco de la Ley de Memoria Histórica, ha organizado un encuentro informativo este sábado 12 de diciembre a las 17:00h en el Centro Cívico de Cocheras de Borrelles, (C/ Viladomat, 2 - Metro línea 3, estación de Poble Sec).

El objetivo de la reunión es reiniciar la atención personal entre los asociados y simpatizantes de la OIDE, el estado de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, así com las preocupaciones de las personas asistentes.

La OIDE lleva denunciando desde hace meses las dificultades burocráticas a las que han tenido que enfrentarse los descendientes de españoles para que sean reconocidos como tales. Entre ellas, la falta de recursos por parte de la administración para atender todas las peticiones, así como las diferentes interpretaciones de la Ley en los registros civiles de España.

Para mayor información, ponerse en contacto al teléfono 650 697 776.
jueves 10 de diciembre de 2009
Descendientes de españoles se reúnen en Barcelona para analizar su situación ante la Ley de Memoria Histórica.
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Descendientes de españoles se reúnen para analizar su situación ...

Tribuna Latina

Descendientes de españoles se reúnen para analizar su situación ante la Ley de Memoria Histórica

Barcelona, 9 de diciembre de 2009.

La Organización Internacional de Descendientes de Españoles (OIDE) en su afán por ayudar a las personas que aspiran a obtener la nacionalidad española, en el marco de la Ley de Memoria Histórica, ha organizado un encuentro informativo este sábado 12 de diciembre a las 17:00h en el Centro Cívico de Cocheras de Borrelles, (C/ Viladomat, 2 - Metro línea 3, estación de Poble Sec).

El objetivo de la reunión es reiniciar la atención personal entre los asociados y simpatizantes de la OIDE, el estado de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, así com las preocupaciones de las personas asistentes.

La OIDE lleva denunciando desde hace meses las dificultades burocráticas a las que han tenido que enfrentarse los descendientes de españoles para que sean reconocidos como tales. Entre ellas, la falta de recursos por parte de la administración para atender todas las peticiones, así como las diferentes interpretaciones de la Ley en los registros civiles de España.

Para mayor información, ponerse en contacto al teléfono 650 697 776.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Muñoz Molina narra el drama del exilio en 1.000 páginas
La nueva novela del escritor andaluz, 'La noche de los tiempos', se publicará en noviembre
JESÚS RUIZ MANTILLA - Madrid - 30/07/2009


El soplo de una idea para un novelista viene siempre de improviso. Por ejemplo atravesando un bosque. Así es como a Antonio Muñoz Molina se le ocurrió su última novela, La noche de los tiempos. Contemplando cómo la extraña placidez de los árboles podía verse quebrada de repente por algo imprevisto y horrible. "¿Qué hace una persona templada y pacífica cuando la normalidad se derrumba y no parece que haya otra alternativa que la matanza?". Tal vez la huida, el exilio, de eso precisamente trata su nueva obra de 1.000 páginas en la que ha invertido un esfuerzo titánico de tres años y que será publicada en noviembre por Seix Barral.

Antonio Muñoz Molina


"Las primeras ideas las tuve viajando en tren por la orilla del río Hudson entre Nueva York y una pequeña estación dos horas al norte. Cuando me dirigía a Bard College, una pequeña universidad en la que el escritor Norman Manea me había invitado a dar unas clases". Las casualidades nunca vienen solas. "Norman es un excelente escritor rumano exiliado en Estados Unidos. Bien podía haber sido un personaje de mi libro Sefarad". Aquella obra poblada de nómadas sin patria en la que se cruzaban exilios y vidas truncadas, tiene mucho que ver con la nueva novela del escritor andaluz. Solo que ahora Muñoz Molina ha querido describir el drama del exilio español tras la Guerra Civil.

Al principio pensó centrarse en algún escritor. "Un personaje que siempre me inspiró curiosidad es Pedro Salinas. No es un exiliado del 39 sino del 36, que aprovechó un puesto precario de profesor invitado en Wellesley College para quitarse literalmente de en medio". Pero a medida que empezaba a narrar, desechó centrarse en un poeta. "No me apetecía escribir sobre literatos en la guerra, en parte porque ya lo hice en Beatus ille, y porque en general las vidas de los escritores no me parecen interesantes para la ficción". Así que cambió de gremio: "Se me ocurrió que el personaje principal fuese un arquitecto con una idea de modernidad comprometida a la manera de la Bauhaus y de sus importantes derivaciones españolas. Artistas como Sert, Lacasa o Sanchez Arcas". Así es como su personaje, Ignacio Abel, se puso a trabajar en el gran proyecto moderno del final de la monarquía y la República: la Universidad Complutense de Madrid. "Pero también lo hice autor de mercados y escuelas públicas. Debía ser un socialista pragmático y alguien que, como Salinas, reforzara su ascenso social a través del matrimonio". Un tipo con su lado oscuro: "Debía tener mucho de otro trepador social de la época, siempre dividido entre su origen popular y su ascenso a la clase media". Aquí Muñoz Molina se inspiró en Arturo Barea, uno de sus autores favoritos.

Tres años para una labor titánica

La técnica, el sistema de trabajo lo ha llevado a veces a callejones sin salida donde se ha sentido perdido. Sobre todo al principio. Escribía borradores al tiempo que leía libros de la época. "Durante más de un año lo hice bastante a ciegas. Todos los días, con una mezcla de esperanza y obstinación, abandonando muchas veces, buscando otras maneras de empezar, inseguro de todo". El material amenazaba con engullirlo. Tenía miedo de desplomarse. "Todo crecía monstruosamente. Escribía e investigaba al mismo tiempo. La escritura guiaba la búsqueda documental y la documentación me daba más pistas narrativas". También le preocupaba no estar a la altura para narrar una época que no había vivido. "Me obsesionaba la dificultad de escribir con naturalidad. Tenía que contar no solo las cosas que les sucedían a mis personajes sino también mi propio deseo de tocar con las manos los objetos cotidianos que pertenecen a una época y desaparecen sin dejar casi rastro".

La historia avanzaba por caminos inesperados. El autor deambulaba por los escenarios como un poseso. "A veces me encontraba yendo un poco alucinado por la calle, buscando los lugares exactos donde habían sucedido episodios reales o inventados". Pero poco a poco el círculo fue cerrándose. Al final, el autor de El jinete polaco ha construido una novela de amour fou propia de una época de desmoronamientos y huidas. Una narración en la que aparecen exiliados de España que simplemente aspiraban a que se cumpliera la legalidad republicana. "Personas divididas por dentro como Salinas, Moreno Villa, Chaves Nogales o Barea. Los cuatro se negaron a dejarse arrastrar por el sectarismo o apartar los ojos de lo que estaba ocurriendo o a justificar ningún crimen. Los cuatro se marcharon de España y no volvieron nunca".

sábado, 7 de noviembre de 2009

La generación científica perdida

REPORTAJE: Apuntes EL PAIS
La generación científica perdida
Algunos vivieron recluidos, otros recorrieron el mundo - La Guerra Civil deshizo una prometedora comunidad investigadora española. Estas son sus historias

IGNACIO ZAFRA - Valencia - 06/11/2009

En la fotografía, extraída de un recorte del diario ruso Pravda, se ve a Vicent Sos Baynat asomado con tres colegas a un balcón del hotel Moskwa, a tiro de piedra de la Plaza Roja. Corría el año 1937. Sos Baynat no era, que se sepa, un espía. Asistía al Congreso Internacional de Geología, en Moscú. Y formaba parte de la prometedora comunidad investigadora que, desde la concesión del Nobel de Medicina a Santiago Ramón y Cajal (en 1907), encarnó la llamada edad de plata de la ciencia española. Una generación quebrada por la Guerra Civil y esparcida por el mundo tras la victoria del general Franco a la que la Universitat de València y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales rinden estos días homenaje con el congreso El exilio científico republicano.


Baynat pasó 10 años en una habitación, sin material, y trabajó de memoria

El exilio adoptó muchas formas, cuenta el catedrático Josep Lluis Barona, organizador del encuentro. Hubo quien intentó mantener la idea de comunidad científica española, aunque fuera en la diáspora. El Instituto Cajal fue prácticamente transplantado a México. Algunos exilios suprimieron para siempre la carrera de sus protagonistas, y otras siguieron creciendo al calor de grandes instituciones científicas internacionales que, en general, los acogieron más por su valía que por solidaridad.

Probablemente el del paleontólogo Vicent Sos Baynat, nacido en Castellón en 1895, catedrático, miembro del Museo Nacional de Historia Natural, integrado en el llamado exilio interior, fue uno de los más dramáticos.

Tras el congreso de Moscú el profesor regresó a España y, una vez terminada la guerra, se trasladó Madrid. Un viaje en tren que Sos Baynat y su familia vivieron con el corazón en un puño, esperando en cualquier momento un registro de la Guardia Civil. El paleontólogo no había tenido responsabilidades políticas. Pero era republicano, había dado clases en la Institución Libre de Enseñanza, y por menos de eso se habían abierto muchos expedientes de depuración y algunos profesores habían sido fusilados. Al llegar a Madrid, Sos Baynat se escondió en un armario. Y pasó los 10 años siguientes encerrado en una habitación donde, sin embargo, siguió trabajando y escribiendo sin apenas material, "con lo que tenía en la cabeza", dice Barona.

El paleontólogo abandonó su escondite para dar clase, con nombre falso, en el colegio de sus hijos. Después se mudó a Plasencia (Extremadura) y allí, una mañana, mientras la familia se preparaba para ir a una boda, la Guardia Civil se presentó en casa y se lo llevó detenido. Fue inhabilitado para la docencia, se le cerraron las puertas de la investigación y de otros muchos oficios. Tuvo que ganarse la vida elaborando informes geológicos para una empresa minera.

Cuando le quedaba un mes para jubilarse le comunicaron el levantamiento de su sanción. Se trataba, explica Barona, catedrático de Historia de la Ciencia, de una práctica común en la época: se les perdonaba semanas antes del retiro obligatorio, de forma que no tenían derecho a nada. Sos Baynat se negó a firmar aquella rehabilitación.

La reivindicación llegó más tarde, y fue intensa a partir de la Transición. Se convirtió en el primer doctor honoris causa por la Universidad Jaume I de Castellón, el 12 de junio de 1992. Tres meses después falleció.

Los exilios significaban normalmente más kilómetros. Como el de Pío del Río Hortega, nacido en 1882 en Portillo (Valladolid), discípulo de Cajal, impulsor del primer instituto español de investigación sobre el cáncer, profesor visitante en varias universidades europeas, que al concluir la guerra recibió la ayuda de la Sociedad para la Preservación de la Ciencia y del Aprendizaje, institución británica creada inicialmente para dar asistencia a científicos y académicos alemanes perseguidos por Hitler, sobre todo judíos.

Del Río Hortega se estableció en Inglaterra y allí descubrió la microglía. Hasta entonces, señala Barona, se había atribuido una función a las células neuronales, pero se desconocía el papel del resto de elementos que forman parte de la sustancia del sistema nervioso (como las microglías). El médico español fue investido honoris causa en Oxford y propuesto para el Nobel. Después se fue a vivir a Argentina ("la cuestión lingüística y de afinidad cultural debió influir en muchos exiliados", afirma Barona), donde había establecido lazos académicos, y murió en Buenos Aires en 1945.

Aquel año trazó una gran divisoria. Hasta esa fecha, límite de la Segunda Guerra Mundial en suelo europeo, muchos científicos españoles conservaron la esperanza de que el conflicto terminaría alcanzando a la Península Ibérica y llevándose por delante el régimen de Franco. Cuando se hizo evidente que los Aliados no cruzarían los Pirineos, cuenta Barona, muchos decidieron cambiar el exilio europeo por el americano.

¿Cuántos científicos, investigadores y médicos españoles se exiliaron? Es muy difícil de decir, dice Barona, entre otras cosas porque parte de los exiliados nunca han sido identificados como tales y otros sólo lo fueron después de su muerte. Ese fue el llamativo caso de Antonio Chamorro, nacido en Huesa (Jaén), en 1903, médico, rector de la Universidad de Granada, militante del PSOE y de la UGT, a quien el estallido de la Guerra Civil sorprendió, ironías de la vida, durante una estancia de investigación en Berlín.

Chamorro no volvería a Granada hasta casi medio siglo después, y estuvo de visita. Fue jefe de investigación en el Instituto Curie, en París, y amigo, entre otros, de Picasso. Todo indicaba que había rehecho completamente su vida. En su testamento, sin embargo, legaba sus bienes (entre ellos un apartamento en París y un chalé en el sur de Francia) a la Universidad de Granada con una única condición: que sus cenizas fueran esparcidas en el cementerio de la ciudad andaluza, cerca de la tapia donde sus colegas académicos fueron fusilados.

viernes, 4 de septiembre de 2009

"La poesía es un arma cargada de futuro"
Porciones de tierra de distintas comunidades de España se esparcieron este jueves sobre la tumba del poeta chileno Pablo Neruda, frente al Océano Pacífico, en homenaje a su gestión para refugiar en Chile a unos 2.000 españoles que huían de la guerra civil, arribo que hoy cumplió 70 años.

Sobrevivientes del carguero Winnipeg --barco que trajo consigo a más de 2.000 refugiados españoles-- y sus descendientes llegaron hasta la casa del poeta, en donde también descansan sus restos, y desfilaron frente a la tumba de Neftalí Reyes, verdadero nombre del vate chileno.

La casa de Neruda --una de las tres que poseía en Chile-- se ubica en un acantilado frente al Océano Pacífico en Isla Negra (110 Km. al oeste de Santiago), región de Valparaíso, en la zona central de Chile, y hoy está convertida en museo.

Según explicó el pintor José Balmes --quien viajó en el Winnipeg cuando tenía 12 años-- de los 2.000 inmigrantes sobreviven actualmente unos 180.

Del homenaje también participó el Coro Vasco, que precisamente tuvo su origen a bordo de la embarcación y cuyos nuevos integrantes lo han perpetuado hasta la actualidad.

En la vivienda del Nobel de Literatura (1971), se hicieron proclamas en favor de Neruda y en contra del régimen de Francisco Franco, quien lideró el golpe militar en España que desencadenó en la guerra civil española (1936-1939), y de la que ellos debieron huir.

El miércoles, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, agradeció el aporte que los inmigrantes españoles han hecho a la cultura chilena. "A todos ellos les debemos parte de la fisonomía que Chile ha llegado a tener hoy", dijo la mandataria en una ceremonia de conmemoración.

Para encarar sus gestiones, Neruda fue designado cónsul para la emigración española en Francia por el presidente chileno de la época, Pedro Aguirre Cerda.

El poeta agrupó a los refugiados --quienes permanecían en campos de concentración franceses-- hasta que el 3 de septiembre de 1939 zarparon del puerto de Trompeloup, en Francia. La travesía hacia Chile duró un mes.

Winnipeg 70 años de su arribo a Chile

Se celebró en estos días el 40 aniversario de un viaje al espacio, de una llegada a un lugar más que remoto – la luna – y de un paso pequeño para el hombre, pero un gran paso para la humanidad. El triunfo del hombre sobre las estrellas, la demostración que no hay fronteras que nuestra sociedad no pueda cruzar. Es decir la prosa grandilocuente que se acostumbra en estos casos. Es una efeméride de gran importancia – no cabe duda - científica, tecnológica y también – porque no decirlo – económica. Los medios de comunicación nos lo recuerdan día si, día también.

Hay otras efemérides. Otras historias, a escala mas humana y mas local, que no tuvieron la posibilidad de ser filmadas, ni retransmitidas por el orbe y que a pesar de ello aún pueden ser recordadas ya que son mas cercanas a nosotros y a que tienen en si mismas lo mejor del ser humano, su humanidad. No estoy en contra de celebrar la llegada del hombre a la luna, faltaría mas, es que estoy mas a favor – en este mundo inconcientemente globalizado – de las historias de hombres, mujeres y niños, de celebrar las verdaderamente humanas.

El siguiente relato, es para muchos inexistente, no por que no haya sucedido, más bien porque no ha sido lo suficientemente
Recorriendo los cerros de Valparaíso, ciudad y puerto principal de Chile y de cómo coincidimos, en la deuda histórica que se tiene con un barco, el Winnipeg, con sus “pasajeros”, con un poeta, con una historia que, sin dudarlo, merece ser contada y recordada. Es la historia de una travesía que empieza en el océano Atlántico y termina en el océano Pacifico y de como la blanca estela que dejara en estos océanos se transformó en un surco en tierras lejanas donde llegaron semillas que germinaron y seguirán germinando. Esta es la historia:

Cuando en 1939 le nombran cónsul especial en Paris, Neftali Reyes Basualto no imaginaba – o puede que sí – que estaba apunto de iniciar el camino que le llevaría a realizar su mejor obra.

Él mismo, meses antes – con el pseudónimo de Pablo Neruda, como se le conoce – le había propuesto a Pedro Aguirre Cerda, entonces Presidente de Chile, llevar a ese país profesionales que huían de la guerra civil española o que estaban en campos de hacinamiento en Francia. La respuesta fue “sí, tráigame vascos, castellanos y extrémenos, … tenemos trabajo para ellos…”



Refugidos españoles en el campo francés de Saint Cyprien.
Neruda sentía en sus entrañas el dolor de esas gentes, su conciencia humanista, su alma sensible de poeta y los recuerdos de García-Lorca – y de su asesinato -, de la generación del 27 y de otros, entre ellos los poetas vascos Gabriel Celaya, Blas de Otero, el cual le dedica su poema “Guernica”, le susurraban, a veces, le gritaban, las mas, que algo se debía hacer.

Así empieza a dar forma en su cabeza el viaje del Winnipeg, un destartalado carguero de 5000 toneladas que nunca llevó más de setenta u ochenta personas a bordo, además de cacao, sacos de café y de arroz. Ahora le estaba destinado un cargamento más importante: la esperanza. Uno de los viajeros recuerda del como subió al barco: ¿Usted es trabajador de corcho? – le preguntó Neruda -, sí señor dijo el hombre con siete hijos. Hay una equivocación porque en Chile – replicó el poeta – no hay alcornoques. Pues los habrá de ahora en adelante respondió. Suba al barco. Usted es de los hombres que se necesitan”.

Luego de habilitar con literas los seis pisos de las bodegas, alrededor de 2000 personas, vascos muchos de ellos, iniciarían un viaje de vida y hacia la vida misma.

En efecto, el Winnipeg es el símbolo de la lucha de unos hombres para la dignidad de otros, de empeñar parte de la vida propia para brindársela a otros, en definitiva del triunfo de la “humanidad” sobre la sinrazón.

El cuatro de agosto de 1939, zarpa la vetusta nave desde el puerto francés de Pauillac. Muchos de sus “pasajeros” no sabían a que país extraño y exótico se dirigían. Otros decían que su destino estaba en el extremo sur de América pero no sabían en qué punto del mapa situarlo, no importaba. El viaje sería largo y difícil pero a buen seguro – de llegar a destino - les esperaba una vida mejor.


Recorrido del Winnipeg
2ª Parte
Pero había peligros que debieron sortear: submarinos alemanes que atacaban embarcaciones y la posibilidad siempre constante que buques franquistas les abordasen y devolviesen al infierno de la guerra. Sin contar con el hacinamiento de 2000 almas en una embarcación no construida para tal número, que hacía de la travesía, una penosa odisea. Pero entre todas esas penurias, también hubo tiempo para la esperanza, bodas a bordo, nacimientos, e incluso el habilitar botes salvavidas en una especie de tálamo amatorio para la intimidad de las parejas.

Al pasar por el canal de Panamá se presentó otro problema y es que no se había contado con el peaje que se debe pagar por cruzarlo. Una vez solventado el pago se alcanza el Océano Pacifico. Una nueva vida estaba cada vez mas cerca. Lejos cada vez mas lejos el horror y la desesperanza.


Pablo Neruda con parte de los "viajeros"

Quiso el destino que el primero en subir al Winnipeg, una vez en el puerto de Valparaíso, fuese un joven Salvador Allende Gossens, medico y ministro de salud, el que encabezara un equipo con la misión de atender las condiciones en que los “nuevos chilenos” llegaban. El mismo Allende del discurso de las grandes alamedas por donde pasearía el hombre libre para construir una sociedad mas justa. Era el 3 de septiembre de 1939.

Después del reconocimiento de rigor, los recién llegados fueron acogidos y distribuidos por la loca geografía de aquel país. Cada “pasajero” del Winnipeg, en cualquier lugar de Chile donde se instaló, retribuyó con lo mejor de si, tanto en las artes, en el comercio, en las ciencias, agradeciendo de ese modo a una tierra y a un poeta que encarnaron más que una “liberación”, un proyecto de vida en paz y libertad.

Vivimos tiempos en los que los iconos son más importantes que las personas. En el caso de Neruda, sabemos de un poeta universal y premio Nóbel de literatura, pero esa dimensión nos aleja de la persona y de su verdadera obra, la de dimensión humana. Sucede con Salvador Allende y con Víctor Jara (director de teatro y cantautor, el de “Te Recuerdo Amanda”), la dimensión de su trágica muerte, no debe empañar el cómo vivieron. Nos legaron con su obra – la profesional y la vital – herramientas de vida. Coincido también con Jorge Coulon en esto. Lo dice Víctor Jara (su amigo) en la canción “Vientos del Pueblo” que interpreta Inti Illimani: “…así cantara el poeta, mientras el alma me suene por los caminos del pueblo, desde ahora y para siempre”.

Si visitan Chile, acérquense a Isla Negra y a la casa de Neruda, podrán entre las olas del mar y caracolas, entre mascarones de proa y una vieja locomotora a vapor, ver el pasaporte diplomático de Neftali Reyes Basualto y hasta es posible que el rumor del mar, les haga oír las voces de los pasajeros del Winnipeg.

Hasta aquí este hermoso relato que nos regala Hans Hoffmann.
Desde este rincón del mundo saludamos este aniversario de un viaje tan heroico como fecundo.
Es muy posible que las voces de esos pasajeros del Winnipeg se hayan impregnado en más de un rincón de esta tierra haciéndolas canto, el canto de todos.

Artículo de autoría de Hans Hoffmann,

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jueves, 3 de septiembre de 2009

Chile homenajea a los exiliados españoles que viajaron en el barco de Neruda
Público, - 3 Septiembre 2009 Se cumplen 70 años de la llegada de los más de 2.300 refugiados embarcados en el WinnipegPÚBLICO.ES/EFE – Santiago de Chile – 03/09/2009 11:48

La presidenta de Chile Michelle Bachelet ha valorado la contribución que los exiliados republicanos españoles hicieron a su país, en la celebración del 70 aniversario de la llegada del barco Winnipeg con unos 2.366 refugiados procedentes de la península ibérica.

La presidenta ha denunciado las injusticias a las que tuvieron que hacer frente los exiliados de la guerra civil española (1936-1939) durante la conmemoración celebrada hoy en la casa presidencial de La Moneda, enmarcada en una semana de actos conmemorativos.

“Fue muy alto el costo humano de no poder convivir en la libertad y en la diversidad”, ha señalado la presidenta, quien se ha referido al final de la guerra civil española como un período de dictadura “que dejó una huella muy profunda de intolerancia y de persecución”.

Bachelet ha señalado la importancia de que, pasados los años, se luche por garantizar los derechos humanos, y ha expresado su satisfacción de que “España sea hoy un país moderno, democrático, progresista, en el que conviven todas las corrientes culturales, políticas y religiosas”.

El barco de Pablo

Además, ha elogiado el papel del poeta Pablo Neruda y del gobierno chileno de Pedro Aguirre Cerdá (1938-1941), que en 1939 organizaron ese viaje para ofrecer a más de 2.300 republicanos un futuro fuera de los campos de concentración franceses donde miles de exiliados se refugiaban.

A la ceremonia asistieron unos cuarenta pasajeros del Winnipeg que fueron recibidos con un emotivo aplauso por las autoridades chilenas, por el embajador español en Chile, Juan Manuel Cabrera, y por representantes de diversos organismos internacionales.

La cita ha comenzado con los discursos de los historiadores Jaime Ferrer y Julio Gálvez que relataron la historia de la travesía del Winnipeg y destacaron el aporte de los pasajeros del carguero francés a la cultura, el arte y el desarrollo industrial y comercial de Chile.

En el acto han participado un coro catalán y un grupo de sevillanas, y en él se ha exhibido un documento audiovisual con fotografías, dibujos y vídeos de la guerra civil española, los republicanos en el exilio y la travesía del Winnipeg.

En la proyección se ha incluído el relato de Agnes América Winnipeg Alonso, una mujer que nació durante la travesía del carguero, perteneciente al Partido Comunista francés.

Un viaje sin retorno

Pablo Neruda conoció la situación de los refugiados españoles en campos de concentración franceses durante su etapa de cónsul chileno en Barcelona y Madrid.

A su regreso a Chile, en 1937, convenció al entonces presidente Pedro Aguirre Cerda para fletar un barco para trasladar a algunos refugiados a Chile para ofrecerles una vida mejor.

En 1939, el poeta viajó a Francia con este propósito, donde recibió miles de solicitudes de españoles refugiados que querían embarcarse en el Winnipeg rumbo al continente americano.

Ayudado por el ex gobierno republicano español, Neruda seleccionó las familias de refugiados que partieron desde el puerto Trompeloup-Pauillac, cerca de Burdeos, el 4 de agosto de 1939. Llegó a Chile un mes después con miles de pasajeros que no tuvieron la oportunidad de regresar a su patria.

Una de ellas fue Elvira Alonso, que a los doce años se embargó junto a su familia en el carguero, cuyas literas eran un lujo comparadas con los montones de paja sobre los que dormían en los campos de concentración, y aún hoy recuerda que lo primero que encontró al llegar a Chile fue “paz”.

Desmontando mitos

Los exiliados Víctor Pey y Roser Bru, y los historiadores Jaime Ferrer y Julio Gálvez, participaron en una charla para desmentir varias de las leyendas que circulan en torno al Winnipeg y sus tripulantes en la que, además, contaron anécdotas de su viaje a Chile junto a alrededor de 2.300 refugiados más.

En contra de algunas versiones que salieron publicadas, el historiador Julio Gálvez ha afirmado que en el barco “sí embarcaron muchos anarquistas”, hecho que fue corroborado por uno de los asistentes al acto, quien se identificó como el hijo y nieto de anarquistas que viajaron en el Winnipeg.

El historiador ha señalado que algunas publicaciones, basadas en el libro El éxodo, de Solano Palacios, un anarquista que viajaba en el Winnipeg, señalaron la ausencia de anarquistas en el barco. A pesar de que hay documentos que certifican que Neruda prefería que no hubiese anarquistas a bordo, el listado de pasajeros incluyó a muchas personas de esa ideología, ha indicado Gálvez.

El historiador ha señalado que Solano escribió una visión politizada de la travesía, donde calificaba a las mujeres que fumaban de “prostitutas” y a los veintitrés miembros de la tripulación chilena del Winnipeg de “borrachos”.

Los historiadores Jaime Ferrer y Julio Gálvez afirmaron que en el Winnipeg viajó “gente de todas las regiones de España” y con “oficios de todo tipo”, pertenecientes a hasta 33 movimientos y partidos políticos distintos, según las fichas de los pasajeros que se encontraron.

Víctor Pey, pasajero del Winnipeg, ha contado su salida de España y ha señalado que “entre 300.000 y 500.000 personas” se agolparon en la frontera entre España y Francia huyendo del dictador Francisco Franco. “Yo y mi hermano atravesamos los Pirineos con una brújula durante tres días y tres noches de invierno”, ha agregado.

La pintora Roser Bru ha declarado que el Gobierno chileno pidió que entre los pasajeros del Winnipeg se encontraran profesionales de todo tipo, con el fin de que pudiesen aportar conocimientos al pueblo chileno, y descartó que solo hubiese gente afiliada al Partido Comunista.

http://www.publico.es/internacional/248476/chile/homenajea/exiliados/espanoles/viajaron/barco/neruda

domingo, 30 de agosto de 2009

En Chile se celebrará el 70 aniversario de la llegada de refugiados españoles en el Winnipeg

Bachelet celebrará el 70 aniversario de la llegada de refugiados españoles

Por Agencia EFE – hace 4 días

Santiago de Chile, 26 ago (EFE).- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, invitará a refugiados de la Guerra Civil española que llegaron a Valparaíso en el barco Winnipeg, en el marco de la conmemoración del 70 aniversario de su arribo, informaron hoy a Efe fuentes de la Asociación Winnipeg.

Bachelet y los miembros de esta asociación, integrada por los refugiados que llegaron en 1939 a Chile y sus familiares y amigos, celebrarán el próximo miércoles en el Palacio de La Moneda el aniversario de la llegada de alrededor de 2.300 refugiados al puerto chileno en un barco fletado por el poeta Pablo Neruda.

Entre el uno y el ocho de septiembre se desarrollarán varias actividades conmemorativas, entre las que se incluyen exposiciones fotográficas, conferencias y recitales líricos.

Los pintores Roser Bru y José Balmes, y el ingeniero Víctor Pey, todos ellos pasajeros del Winnipeg, participarán en una mesa redonda, mientras que el 3 de septiembre, coincidiendo con el día que la nave llegó a Chile, los refugiados rendirán un homenaje a Pablo Neruda con un viaje a la casa del poeta en Isla Negra.

Las actividades continuarán el 4 y el 8 de septiembre con conferencias y recitales líricos de los poetas Bejamín Prado, Mario Lorca y Julio Gálvez Barraza, en la casa de Neruda en Santiago, "La Chascona", y en la Biblioteca Nacional.

Pablo Neruda conoció la situación de los refugiados españoles en campos de concentración franceses durante su etapa de cónsul chileno en Barcelona y Madrid.

A su regreso a Chile, en 1937, convenció al entonces presidente Pedro Aguirre Cerda para fletar un barco para trasladar a algunos refugiados a Chile para ofrecerles una vida mejor.

En 1939, el poeta viajó a Francia con este propósito, donde recibió miles de solicitudes de españoles refugiados que querían embarcarse en el Winnipeg rumbo al continente americano.

Ayudado por el ex gobierno republicano español, Neruda seleccionó las familias de refugiados que partieron desde el puerto Trompeloup-Pauillac, cerca de Burdeos, en un antiguo carguero francés llamado Winnipeg el 4 de agosto de 1939.

Un mes más tarde, "el más grande poema de Neruda", tal y como calificó el poeta la hazaña, arribó al puerto chileno de Valparaíso.

José Balmes, uno de los refugiados españoles que llegó cuando tenía 12 años junto a su familia, valoró el esfuerzo del gobierno del presidente Cerda, que les mantuvo durante seis meses a su llegada, y aseguró a Efe que "la acogida del gobierno chileno fue una cosa maravillosa".

© EFE 2009. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.

viernes, 24 de julio de 2009

"El exilio es un tema espinoso, complejo y difícil"


Gonzalo Celorio. | A.H.

Gonzalo Celorio, escritor mexicano, estuvo en los cursos de la Uned


Gonzalo Celorio es uno de los autores mexicanos más conocidos en sus vertientes de editor, ensayista, narrador y crítico literario. Narrador y ensayista, es profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma, miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española y de la Academia Cubana. Ha sido distinguido con los Premios Periodismo Cultural y Nacional de Novela y estuvo en los cursos de verano de la Uned de Barbastro.




Ángel HUGUET08/07/2009

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BARBASTRO.- El fenómeno migratorio, analizado en los Cursos de Verano de la Uned, permitió a Gonzalo Celorio la posibilidad de asistir a una ponencia basada en el libro "El recetario de mi vida", escrito por la mexicana Rosa Seco, sobre la vida de sus padres Águeda Mata, natural de Coscojuela de Sobrarbe, y José Seco, alcalde republicano de Barbastro. Celorio es autor de varias novelas, la más reciente "Tres lindas cubanas" y doce libros, el último "Cañones subversivos" (Tusquets), testimonio de formación donde destacan los nombres de Alejo Carpentier, Julio Cortázar o Gabriel García Márquez.

Sin embargo, a Barbastro le atrajo un libro "familiar" de pretensiones modestas, que ha sorprendido a los lectores. "Rosita ha escrito una biografía a través de un recurso tan brillante como las recetas de cocina para contar el itinerario a lo largo de la vida de sus padres, que incluye el estallido de la Guerra Civil, en Barbastro, campo de concentración en Francia, exilio y vida en México. El recetario ha sido buen pretexto para contar, muy bien, una vida". Destaca la importancia de las migraciones y el exilio. "Es muy importante que se dedique el curso a un tema espinoso, complejo, difícil y no siempre conocido. España aún no ha sabido conocer con profundidad qué pasó con la España peregrina del exilio. Los testimonios escuchados en Barbastro contribuirán mucho al conocimiento de la otra parte para que haya una visión más equilibrada y justa de la historia".

En su país se habla todavía del exilio. "Es un asunto muy importante. El sentido del exilio y el ideario de la República han quedado de generación en generación, los hijos, nietos y bisnietos tienen clara conciencia de su origen. Los exiliados españoles enriquecieron muchísimo la vida cultural de México, en todos los sentidos". Hace veinte años, con motivo de los 50 del exilio, "se organizó un gran homenaje en la Universidad de México y se recordó a españoles destacados en varias áreas, Humanidades, Filosofía, Historia, Literatura, Bioquímica, Astronomía, Música, Cine, Arquitectura… En casi todas las parcelas del saber hubo exiliados que ejercieron liderazgos y formaron alumnos".

La huella aún es alargada, "es indeleble y los resultados ahí están". Celorio viene con frecuencia a España, presume de "nieto nacido en Cataluña", y se considera muy vinculado al país donde nació su madre.

domingo, 14 de junio de 2009

Hace 70 años Veracruz abrió sus brazos a los exiliados españoles

Hace 70 años Veracruz abrió sus brazos a los exiliados españoles

En el Sinaia, el primer barco de los 16 que llegaron entre 1939 y 1942, venían mil 681 refugiados, derrotados en lo inmediato y triunfadores a la larga de la cruenta Guerra Civil española (1936-1939).


Veracruz, Veracruz.- Hace 70 años, el 13 de junio de 1939, el puerto de Veracruz, el "tres veces heroico", el "puerto de entrada" de lo bueno y lo malo de la civilización occidental, la "puerta de la libertad", concentraba su inagotable energía y capacidad bullanguera en el malecón.

Estaba por atracar un vapor: era el buque francés Sinaia, que sería historia, leyenda y símbolo del exilio español y de la solidaridad mexicana.

Bandas de guerra, comparsas, discursos, fiesta, libertad y fraternidad eran el aliento que los porteños daban a los diezmados republicanos españoles que ese día comenzaban su exilio en este país, la gran mayoría para siempre.

Era la generosidad de una diplomacia y un gobierno progresistas, encabezado por el presidente Lázaro Cárdenas, nutrido de un pueblo que, con mil problemas, tenía más de tres razones para la esperanza, la principal: un proyecto de nación.

En el Sinaia, el primer barco de los 16 que llegaron entre 1939 y 1942, venían mil 681 refugiados, derrotados en lo inmediato y triunfadores a la larga de la cruenta Guerra Civil española (1936-1939).



Huían de la represión desatada tras la llegada al poder del general Francisco Franco, quien desde el corporativismo y el conservadurismo gobernaría España hasta su muerte, en 1975.

Xirau, Sánchez Vázquez, Gaos

Entre los que serían nuevos mexicanos venían de distintas regiones de España figuras ya consolidadas o futuras como el niño Tomás Segovia, quien acababa de cumplir 12 años y después se convertiría en un importante poeta; el joven de 15 años Ramón Xirau, a la postre poeta y pensador; el poeta y filósofo Adolfo Sánchez Vázquez, con apenas 23 años; el reconocido filósofo José Gaos, con 38 años; y el poeta Pedro Garfias, integrante de la generación del 27, también con 38 años.

Y con ellos venían fotógrafos, dibujantes, pintores, científicos, mineros, agricultores, ganaderos, albañiles, artesanos, empleados, comerciantes, médicos, abogados y profesores. Todos combatientes por la libertad y defensores del gobierno legal y democrático de la Segunda República Española. Aquí en México serían recibidos por personajes como Alfonso Reyes, Daniel Cosío Villegas, Isidro Fabela y Fernando Gamboa.

Cincuenta años después, en 1989, un Sánchez Vázquez de 73 años escribiría al recordarse como "pasajero común y corriente" de aquel barco: “En verdad, la del Sinaia fue la primera expedición colectiva de exiliados, a la que siguieron poco después las del Ipanema y Mexique. Las tres, a diferencia de la del grupo de eminentes intelectuales que las había precedido, no respondían a una rigurosa selectividad intelectual y reflejaban en su composición la diversidad social, ideológica, política y profesional del pueblo que había hecho la guerra. Fue pues, propiamente terminada la guerra, la llegada del Sinaia a Veracruz la que marcó el comienzo de la larga marcha del exilio en México.”
Foto

Y no era en realidad la primera camada de refugiados con motivo de la Guerra Givil, pues en 1937 ya había desembarcado desde la convulsa España el primer cargamento de nuevos mexicanos, en las personas de unos 500 niños que luego se les llamaría de Morelia y quienes, luego también, nutrirían uno de los capítulos esenciales de esta historiografía y leyenda –ambas importantes– del exilio y la solidaridad.

La fiesta porteña veracruzana no era tampoco la primera algarabía en la adversidad que experimentaban los pasajeros del Sinaia, pues durante 19 días a bordo, luego de partir de Francia, se realizaron decenas de actividades: recitales, tertulias, reflexiones grupales, conferencias, conciertos y hasta la edición de una revista, impulsada entre otros por Garfias, quien acababa de publicar Primavera en Eaton Heastings, en el que anotó:

"Escrito en Inglaterra, durante los meses de abril y mayo de 1939, a raíz de la pérdida de España". Garfias además escribió un poema que comienza así: "España que perdimos, no nos pierdas".

Sin embargo, aquel 13 de junio de 1939 el puerto de Veracruz era una gran fiesta callejera, pese al pesar por la derrota de la esperanza republicana. "Compañeros españoles, están ustedes en su casa", les había dicho durante la bienvenida en los muelles el titular de la SEP, Ignacio García Téllez.

Apretujado, el gentío se concentraba en el malecón, al pie del Sinaia, y poco a poco se diseminó hacia la Plaza de Armas y las calles principales como Independencia y 5 de Mayo, en pleno centro comercial.

Los recién llegados habrían de pasar algunos meses en el puerto de Veracruz y luego la gran mayoría sería trasladada a la ciudad de México, donde se les buscó empleo y diversas maneras de llevar una vida digna en su nuevo país.

Por estos días, desde el martes 9 y hasta el 14 de junio, para recordar lo acontecido hace 70 años, el puerto de Veracruz ha vuelto a ser una fiesta, ahora de la reflexión, el arte y la cultura, con ciclos de cine, conferencias, mesas redondas, talleres de gastronomía, música y exposiciones relacionadas con todo lo que México y España se han aportado mutuamente. El programa no podía llamarse de mejor manera: Semana Cultural España-México: Veracruz, Puerta de la libertad.

El sábado 13 de junio se conmemorará el 70 aniversario del exilio español en México

Anuncian amplio programa cultural que desarrollarán en el estado de Veracruz
Conmemorarán 70 años del exilio español en México
Carlos Paul


El sábado 13 de junio se conmemorará el 70 aniversario del exilio español en México. Para ello se han organizado actividades en el estado de Veracruz, a cuyo puerto arribó en 1939, procedente de Francia, el buque Sinaia con el primer grupo de mil 681 refugiados españoles, quienes huían de la represión franquista durante la Guerra Civil Española (1936-1939).

Dos años antes, en 1937, llegaron a ese mismo puerto alrededor de 500 niños, catalanes y valencianos, en su mayoría, enviados por el gobierno republicano, a quienes después se les conocería como los Niños de Morelia, debido a que fueron ubicados en la capital de Michoacán.

Al Sinaia le siguieron muchos otros barcos, se calcula que entre 1937 y 1942 llegaron a México alrededor de 22 mil refugiados, en 16 embarcaciones; quienes debieron abandonar España y fueron recibidos aquí gracias a la política exterior del presidente Lázaro Cárdenas.

En aquel primer buque viajaron poetas, historiadores, filósofos, fotógrafos, dibujantes, intelectuales y artistas, como Pedro Garfias, Tomás Segovia, Ramón Xirau, José Gaos, Eduardo Nicol, Adolfo Sánchez Vázquez, Julio Mayo, Manuel Andújar y Benjamín Jarnés.

"No fue un viaje sólo de intelectuales y artistas, pues con ellos viajaron también mineros, agricultores, ganaderos, albañiles, artesanos, empleados, comerciantes, médicos, abogados y maestros."

Hoy, a 70 años de aquel histórico recibimiento, del 9 al 14 de junio se desarrollarán, en el puerto de Veracruz, ciclos de cine, conferencias, mesas redondas, talleres de gastronomía, música y exposiciones relacionadas con las aportaciones científicas, artísticas y culturales de los exiliados, que con el tiempo hicieron suyo este país.

Reparación de una injusticia

Al difundir el programa de la Semana Cultural España-México, Veracruz, puerta de la libertad, en representación de la embajada de ese país en México, la consejera cultural, Dolores Ríos, invitó a los nietos de los exiliados a "adquirir la nacionalidad española".

“La España actual –apuntó Ríos– es consciente de la realidad del exilio y plantea hoy la reparación de una vieja injusticia mediante la Ley de Recuperación de la Memoria Histórica y la oportunidad de adquirir la nacionalidad española que se brinda a los nietos de los españoles exiliados.”

Sin embargo, al ser cuestionada qué tanto se conmemora en España el exilio de los españoles, la diplomática reconoció que "los aportes del exilio no son tan conocidos allá como en México".

La funcionaria estuvo acompañada por Armando Quintero, en representación del gobierno veracruzano; Leonor Sarmiento, presidenta emérita del Ateneo Español, y Gonzalo Cuspinera, director del Instituto Veracruzano de Cultura, quien destacó que “se ha editado una memoria histórica conmemorativa con los datos de todos los pasajeros del Sinaia: nombre, edad, ocupación e hijos que tenían, libro que será presentado en el contexto de las actividades” conmemorativas, y cuyo programa se puede consultar en la página electrónica www.ivec.gob.m

domingo, 24 de mayo de 2009

Un tren connmemorativo del exilio viaja a la frontera francesa con 300 personas.

Un tren connmemorativo del exilio viaja a la frontera francesa con 300 personas.
La Generalitat erige un monumento en el cerro por el que huyeron miles de republicanos

BERTRAN CAZORLA - Barcelona - 23/05/2009


Soplaba una cálida tramontana ayer por la mañana en el cerro de Belitres, donde ya se huelen los aromas mediterráneos de los matorrales que florecen. Hace setenta años, en cambio, en esa misma collada, que tiene unas vistas al mar espléndidas y separa Francia de España, "hacía un frío tremendo". Lo recuerda una mujer que entonces era una niña y subió a pie hasta allí. La guerra había terminado y ella seguía a sus padres, republicanos, hacia el exilio.



"La vivencia del exilio es tan variada como las personas que lo sufrieron", comentaba en el convoy una mujer que lo vivió

Este sábado esta mujer ha subido a ese mismo cerro en autocar desde la estación de Portbou. Venía de Barcelona, y ha llegado hasta la última población española antes de llegar a la frontera en un tren que la Generalitat de Cataluña ha fletado para recordar el setenta aniversario del exilio republicano. A las alrededor de dos decenas de testigos del exilio les han acompañado otros dos centenares de excursionistas. Y si en 1939 los que ascendían al cerro formaban una cola de pesarosos derrotados que huían de las tropas franquistas, ahora volvían al lugar agasajados por autoridades como Joan Saura, consejero de Interior, el departamento del que depende el Memorial Democràtic, o los alcaldes de Portbou y la francesa y colindante Cerbère, además de diputados catalanes.

La mayoría de estos testigos eran niños que huían con sus padres cuando terminó la guerra. Es el caso de Amadeo Gracia, que cruzó la frontera con cuatro años y sin un pie. Lo había perdido durante un bombardeo franquista. Alguien inmortalizó su escapada en una foto que se ha hecho célebre por retratar las penurias del éxodo. EL PAÍS rescató su historia hace un lustro, y ahora Amadeo ha vuelto a la zona.

La mayoría de los testigos que ayer estaban en Belitres eran niños en 1939, pero también había alguno que escapaba como un soldado derrotado. Otros viajeros del tren ya nacieron en Francia. "La vivencia del exilio es tan variada como las personas que lo sufrieron", comentaban en el convoy dos mujeres mayores que cruzaron la frontera en 1939.

La Generalitat calcula que más de medio millón de personas lo hizo. Y el alcalde de Portbou ha asegurado que por Belitres pasaron 149.336 mujeres, hombres y niños. Para conmemorar lo que Saura ha calificado del "peor éxodo que ha sufrido Cataluña", el Memorial Democrático del Gobierno catalán ha erigido cuatro monolitos con fotos de la época, cerca de la carretera.

Acompañaban a los viejos exiliados miembros de entidades como los Marxaires de Mataró-Canigó, una asociación excursionista que ya recuperó la ruta del exilio por los Pirineos catalanes hace años, la Asociación de Expresos Políticos o el Amical de Mauthausen, que reúne a españoles que estuvieron presos en ese campo de concentración nazi.

Personas de todas la edades, muchas ataviadas con banderas catalanas y republicanas, han subido hasta ese límite con Francia, donde la Generalitat ha erigido un monumento que recuerda los hechos del 1939 con imágenes de la época. Saura ha subrayado la importancia que tiene recordar ese éxodo, cuando hay, ha dicho, 13 millones de desplazados en el globo: "Cuando atacan la democracia y las libertades en cualquier parte del mundo, nos atacan a nosotros", ha dicho. David, un chaval de 13 años que ha ido al lugar con su familia, confirmaba: "Me ilusiona poder recordar para evitar que cosas así vuelvan a pasar", decía.

lunes, 18 de mayo de 2009

A propósito del Congreso sobre las Brigadas Internacionales. La XV Brigada .

Explico algunas cosas - por Juan Miguel de Mora


"Nadie que haya tenido interés en saber algo acerca de las Brigadas Internacionales puede ignorar el heroísmo, el valor y la abnegación con que los estadounidenses combatieron en ellas, comenzando por la batalla del Jarama en la que su cuota de sangre y de vidas fue terrible."

A propósito del Congreso sobre las Brigadas Internacionales
Explico algunas cosas - por Juan Miguel de Mora

Nadie que haya tenido interés en saber algo acerca de las Brigadas Internacionales puede ignorar el heroísmo, el valor y la abnegación con que los estadounidenses combatieron en ellas, comenzando por la batalla del Jarama en la que su cuota de sangre y de vidas fue terrible.

Pero también es sabido que en las Brigadas había voluntarios de muchas naciones y no sólo estadounidenses. En el Ejército de la República una División de Infantería se componía de tres Brigadas Mixtas. Y no se llamaban así -como algunos creen- porque hubiese en ellas españoles y extranjeros, sino porque cada brigada debía contar con Infantería, Artillería, Caballería, Sanidad, Intendencia, Transportes, etc., lo que en la práctica nunca se pudo lograr por completo debido a las carencias de la República.

La 35 División Internacional, adscrita al XV Cuerpo de Ejército que mandaba Manuel Tagüeña, estaba bajo el mando de Pedro Mateo Merino, “verdadero ejemplo de modestia, energía y capacidad entre los excelentes jefes salidos del Ejército Popular” según el general Vicente Rojo (que también elogia a Julián Henríquez Caubín, Jefe de Estado Mayor). Pues bien, esa 35 División estaba integrada por tres brigadas, la XI, la XIII y la XV.

A la XV Brigada mucha gente la llama “Brigada Lincoln” pero nunca existió una Brigada Lincoln, aunque sí un batallón Lincoln, el 57, que, con otros tres batallones, -el 58, el 59 y el 60- integraba la XV Brigada. Los otros tres eran elMac-Paps (canadiense -Mackenzie-Papineau-), el British (británico) y elSpanish, integrado por hispanoamericanos, incluyendo cubanos, mexicanos y otros latinoamericanos, aunque también con españoles y con brigadistas aislados de diversos países, como un griego, algún francés y otros.

El historiador suizo Gino Baumann, especializado en la participación iberoamericana en la guerra española, contabiliza 2.615 hispanoamericanos voluntarios del lado de la República, de ellos 1.200 cubanos, 500 argentinos y 464 mexicanos, bastantes de los cuales estuvieron, en distintas etapas de la guerra, en el batallón Spanish de la XV Brigada. Unos murieron en combate, otros fueron heridos, algunos cambiaron de unidad, pero no en vano, a iniciativa de los estadounidenses del Lincoln, se llamó a ese batallón Spanish, y aunque al final hubiese en él españoles, como en todas las unidades internacionales, no fue por eso que se le dio ese nombre, sino por los latinoamericanos, porque en Estados Unidos son spanish todos los que hablan español y spaniard sólo los naturales de España.

Una autoridad fuera de duda, Julián Henríquez Caubín, Jefe de Estado Mayor de la 35 División, aclaró las cosas:

La XV Brigada, formada sobre la base del primitivo Batallón Lincoln de voluntarios norteamericanos, agrupaba a todos los de la indicada nacionalidad, además de los voluntarios ingleses y de los países de Hispanoamérica *.

Durante toda la Batalla del Ebro, la más feroz y sangrienta de la guerra, los cuatro batallones de la XV Brigada fueron movilizados sin distinción entre unos y otros y si, por ejemplo, la Cota 666 fue valientemente defendida en un momento dado por el Batallón Lincoln, en otras ocasiones la defendieron con igual valor el Spanish, el British o el Mac-Paps. Cuando el inolvidable Harry Fisher dice en sus memorias que cuando ellos eran relevados subían a la cota los españoles, él se refiere al batallón Spanish, llamado así porque había en él muchos latinoamericanos, aunque también voluntarios de otras naciones. Y la Cota 666 no cayó sino hasta el 17 de noviembre, más de un mes desde la retirada de los frentes de los voluntarios estadounidenses; durante ese tiempo la defendieron, como antes, hispanoamericanos, españoles y brigadistas –cubanos y mexicanos, entre otros- que no se retiraron cuando se ordenó, sino que permanecieron luchando cuando ya otros se repatriaban.

No hay diferencias posibles entre los brigadistas de la 35 División y menos aún entre los de la XV Brigada. No es posible hacer distinciones como sabemos quienes lo vivimos y como lo prueba el Diario de Operaciones de la 35 División, publicado por Henríquez Caubín. Jamás un batallón tuvo trato preferente; nunca uno de los cuatro batallones fue relevado antes que otro ni enviado a un lugar más o menos peligroso que el de los otros. Y tampoco ninguno de ellos demostró, en el curso de la larga batalla, ser mejor o más resistente que cualquiera de los otros tres.

Pero después de instaurada la democracia en España, al honrarse a los brigadistas supervivientes, al mencionarlos, al tomarlos en cuenta a todos los efectos, sucede que, seguramente no por intención sino por inadvertencia y falta de información, se da la impresión de que los brigadistas del glorioso Batallón Lincoln tienen un trato de preferencia, en los homenajes, en las menciones y en los libros, respecto de otros no menos respetables, como los cubanos o los mexicanos, los argentinos u otros diversos.

Lo que aclaramos solamente por dejar en su lugar histórico a los iberoamericanos, entre los que también hubo brasileños (José Gay da Cunha fue el último comandante de la XV Brigada). Y todos en esa Brigada, los ingleses, los canadienses, los hispanoamericanos, los españoles, los desperdigados de distintos países, todos, combatieron y resistieron a la par con los magníficos combatientes estadounidenses del batallón Lincoln. Por eso el gobierno de la Republica otorgó a toda la XV Brigada (es decir, a los cuatro batallones) la medalla del valor.

A los cuatro al mismo nivel.

* Julián Henríquez Caubín. La Batalla del Ebro, maniobra de una división. Prólogo del general Vicente Rojo. México 1944. (pág. 378).

Enlace Web al congreso que se hace referencia - Congreso Internacional "Las Brigadas Internacionales: 70 años de memoria histórica"

Juan Miguel de Mora *. Ciudad de México.
Colaborador, El Inconformista Digital.

* Profesor de Indología en la UNAM (Universidad Nacional de México), y ex combatiente en la Guerra Civil española con las Brigadas Internacionales

martes, 5 de mayo de 2009

Memoria del exilio en La Sorbona

Memoria del exilio en La Sorbona
Como es habitual vamos allende nuestras fronteras a pontificar y dar lecciones de derechos humanos, de democracia y de no sé cuántas cosas más
Emilio Sales Almazán (29-04-2009)


El runrún. Luis Díez. Público 28 de abril de 2009



Hace 70 años, por estas fechas, más de 300.000 españoles rumiaban su derrota y desventura en los arenales franceses. Los republicanos derrotados fueron tratados como perros por el Gobierno del país vecino. En el pecado le fue la penitencia. El mariscal Philippe Pètain, un títere de los nazis, traidor sin paliativos, les llamó “ratas”, “gente indeseable”. Al embajador mexicano Luis Ignacio Rodríguez le costó mucho trabajo salvar a varios de las garras de la Gestapo. Su antecesor, Narciso Bassols, logró evacuar a miles de ellos hacia México antes de la ocupación nazi. Otros miles se aprestaron a combatir en la resistencia. De su destino y vicisitudes hablarán el 16 de mayo en el anfiteatro Richelieu de la Sorbona el socialista Alfonso Guerra; Carmen, la hija del expresidente Juan Negrín; Carlos Blanco Aguinaga y otros exiliados y memorialistas del exilio. ¿Cuándo en España?



Esta es la “perla” que aparece en el diario Público de ayer. Como es habitual vamos allende nuestras fronteras a pontificar y dar lecciones de derechos humanos, de democracia y de no sé cuántas cosas más. Eso sí, cuando atravesamos el Pirineo (y lo digo por ser la noticia del acto en Francia pero que podría ser el Atlántico para los caos de Chile, Argentina, El Salvador, etc.) hay que tener cuidado ya que los vencedores de la guerra dejaron muy claritas las cosas y tenemos a nuestro jefe del estado que no permite que en su presencia se diga nada malo de su protector. ¿Qué estatura moral tiene el Sr. Guerra para dar lecciones de exilio, represión, cárcel y asesinatos franquistas? Sinceramente, ninguna. El que es Presidente de la Comisión Constitucional, que explique por que después de esos 70 años seguimos en a situación de que los crímenes del franquismo no hayan sido investigados y que sus responsables hayan pasado por el tamiz de la justicia, por qué no se han satisfecho las demandas sobre las incautaciones, por qué no han sido debidamente reparados los guerrilleros antifranquistas, por qué las cunetas siguen siendo lugar de “reposo” de miles de asesinados, por qué no se ha derogado la ley de amnistía que según las Naciones Unidas es contraria a derecho, por qué, por qué. Espero que la hija del Dr. Negrín le diga a la cara eso de que “España es el único país que no ha renegado de su fascismo”. Espero, esperamos.



Foro por la Memoria de Toledo
Federación Estatal de Foros por la Memoria

sábado, 11 de abril de 2009

Homenaje a Manuel Hazaña (Montauban, 4 de abril de 2009)


Homenaje a Manuel Hazaña (Montauban, 4 de abril de 2009)
Intervención del Presidente de la AMH del Baix Llobrega

Nuestra delegación de Catalunya saluda fraternalmente a todas las autoridades presentes, a todas las asociaciones hermanas del exilio en el 78 aniversario de la proclamación de la II República. La compone unas setenta personas en representación de diversas entidades memorialistas;
# Francisco Ruiz Acevedo (Presidente de la AMHDBLL).
# Rosa Toran (Presidenta de Amical de Mauthausen)
# Adolfo Pastor (La Gavilla Verde)
# Frederic Prieto (Sindic de Greuge de Cornellá).
# Antonio Martín (Secretario ACJD).
# Jaume Valls (Presidente del Pont de la Llibertat de Hospitalet).
# Enrique Urraca ( Presidente Memoria Histórica Exili Repúblicá)
# Josefina Piquet (Exiliada y ex - componente de las Dones del 36).
# Neus Molina ( Presidenta de la Asociación Fill Roig).
# Julio Jiménez (Presidente AA.VV. del Baix Llobregat).
# Juan Requena ( Secretario pensionistas CC.OO. Baix Llobregat).
# Bernad Castany (Responsable del área de Cultura del Ateneu Barcelones).
# Cruz Roja de Cornellá de Llobregat.
# Juan José del Águila (Magistrado en activo)
# Anna Miñarro (Fundación Salud Mental).
# Antonio González (su padre fue asesinado en la cámara de gas de GUSEN)

Estamos aquí reunidos para conmemorar los sacrificios y las injusticias de todos aquellos que, de un modo u otro, soportaron y sufrieron la violencia del régimen fascista de Franco. Estamos aquí para recordar a todos aquellos que durante tanto tiempo fueron asesinados y olvidados en las cunetas o junto a las tapias de los cementerios. Estamos aquí, en definitiva, para reclamar el rescate del olvido de las decenas de miles enterrados en fosas comunes y ejecutados en los campos de exterminios nazis y de todos los que se enfrentaron a la dictadura, defendieron la democracia y por ello sufrieron prisión, exilio o asesinados por su defensa de la democracia y la legalidad republicana.


Desde aquí queremos honrarlos y recuperarlos, queremos saber dónde están, donde los mataron, queremos poder visitarlos y honrarlos como se merecen. La dictadura terminó hace ya más de treinta años y todavía no sabemos donde se encuentran muchas de sus víctimas. Pero a nuestro entender la memoria histórica no se limita a la recuperación de los cuerpos de los desaparecidos y a dignificar a todas las victimas a manos de la dictadura. La Memoria Histórica esta estrechamente ligada a la recuperación de los valores republicanos y más tarde o temprano a la instauración democrática de la III República y acabar de una vez con la Monarquía parlamentaria heredada del franquismo y aceptada en los pactos de la transición. Una Monarquía que no ha jurado la constitución española y mantiene su juramento a los principios de las leyes emanadas de la dictadura de Franco.




Aquellos que sacrificaron su vida por la defensa de la democracia no desaparecieron por propia voluntad, fueron otros muchos de los partidarios del régimen franquistas, los que de un modo consciente y brutal planificaron y ejecutaron la desaparición de nuestros muertos, o al menos las avalaron con su silencio, el silencio y la oposición de los herederos del franquismo y la propia Jerarquía de la Iglesia Católica que colaboró activamente en el alzamiento militar contra la legalidad republicana. Hoy en día poco podemos hacer por las víctimas, tan sólo honrarlas y facilitar una digna sepultara, pero algo más podemos contra aquellos sobre cuyas espaldas recae todavía la responsabilidad de las torturas, los encarcelamientos y la muerte, aquellos que tras cuarenta años de dictadura han terminado y van a terminar sus días sin que se liquiden sus responsabilidades frente a la sociedad.


Estamos aquí para rendir homenaje a todos los que sufrieron el calvario del exilio, a sus descendientes y en especial al Presidente Manuel Azaña que se salvo de las garras fascistas gracias a la protección de la Embajada Mejicana. No tuvo la misma suerte nuestro President Lluis Company que fue entregado a Franco por la colaboración del gobierno francés y la GESTAPO y fusilado en octubre de 1940 en Barcelona.

Por todo ello, exigimos:

·El cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, totalmente insuficiente, sin dilación alguna.

·El apoyo de los tribunales europeos referente a los crímenes de lesa humanidad que no prescriben.

·La anulación de la Ley de Amnistía recomendada al gobierno español por la comisión de los derechos humanos de las Naciones Unidas.

·La nacionalidad española de todos los exiliados y sus descendientes sin tener que jurar fidelidad al Rey.

·La anulación de todos los consejos de guerra instados por los tribunales franquistas y en especial el del President de la Generalitat de Catalunya Lluis Company, del que el actual gobierno de la Generalitat de Catalunya debe tomar parte activa.

·La depuración de las responsabilidades judiciales y política que se pudieran derivar por la actuaciones de los responsables del régimen anterior


Dicho esto ya sólo nos queda deciros: gracias, salud y a por la III república.

lunes, 6 de abril de 2009

Un exiliado de la Guerra Civil "escribe" un blog desde el pasado.

Un exiliado de la Guerra Civil 'escribe' un blog desde el pasado
El diario, que actualiza la Generalitat de Cataluña, es una de las iniciativas que recuerdan el éxodo republicano

BERTRAN CAZORLA - Barcelona - 03/04/2009

Hoy, tras una noche terrible de insomnio y pesadillas, con un dolor sin límites, he cogido mi pequeño bloc y he escrito: 'Hoy es el día más triste de mi vida. Abandonado por todos, sin poderme acomodar, lleno de añoranza y un mañana lleno de incertidumbre'". Con este post arranca el blog Dietario de un exiliado. Fue colgado en la red a principios de marzo pasado, pero su autor, Ramon Moral, escribió la anotación hace 70 años. Acababa de huir de España, donde había luchado en el ejército republicano durante la Guerra Civil, y no volvería hasta el retorno de la democracia, en 1977. Plasmó sus vivencias en un diario hasta el 24 diciembre de 1939. Y hasta el 24 de diciembre de 2009, el blog se irá actualizando, y publicará, en tiempo real pero setenta años después, las anotaciones - en lengua catalana - de Moral.

* Un exiliado de la Guerra Civil 'escribe' un blog desde el pasado
* Los otros 'papeles de Salamanca'

Se trata de una de las iniciativas con las que el Memorial Democrático de la Generalitat de Cataluña está conmemorando el aniversario del fin de la Guerra Civil y el inicio del exilio. El blog se enmarca dentro de una web más extensa que ha preparado esta institución para recordar el 70º aniversario del inicio del exilio republicano, y no es la única iniciativa digital que rememora estos hechos. Otro ejemplo es el de la Institución de la Letras Catalanas (ILC), que también depende de la Generalitat, que ha abierto el blog La ruta de l'exili. Dia a dia 70 anys després. Esta plataforma recuerda a través de posts diarios el periplo que siguieron algunos de los ilustres miembros de la ILC, como el filólogo Pompeu Fabra, la escritora Mercè Rodoreda o el historiador Antoni Rovira i Virgili. Pero también ciudadanos menos célebres sufrieron el exilio. Uno de ellos era Ramon Moral, barbero y estudiante de derecho, nacido en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) en 1908.

Experiencias personales y ecos de los acontecimientos históricos

En su diario, convertido ahora en blog, se mezclan los ecos de los últimos estertores de la Junta de Defensa de Madrid, el último bastión republicano, o de la ocupación alemana de Checoslovaquia, preludio de la Segunda Guerra Mundial, con sus vivencias íntimas. Las más punzante es la añoranza que Moral refleja de su mujer y su hija, que seguían en Cataluña. "En las horas de soledad lloraba por no poder tener el consuelo de disponer de ninguna fotografía de la familia. Ni de mi Pepita [su mujer] ni de mi hijita Montserrat", anotó, el cinco de marzo de 193, Moral, que murió en 1998, cuando Internet empezaba a revolucionar las telecomunicaciones con correos electrónicos y blogs.

Este protagonista de una microhistoria que arranca en Arles, en el sur de Francia, narra también sus intentos fallidos de pedir ayuda a conocidos con influencias en Perpiñán para no ingresar en alguno de los temidos campos de refugiados españoles que se habilitaron junto a la frontera pirenaica. El fracaso de las gestiones de Moral, militante de Esquerra Republicana (ERC), delata cierta decepción: "Me decían que no podían hacer nada por mi. Que me contentase quedándome donde estaba, porque otros, la mayoría, estaban en los campos. ¿Y ellos? ¡En el hotel! ¿Pagando quién? ¡Ah! Política. ¡Algún día saldrá todo esto!", anotó el el 11 de marzo.

Decepcionante es también su búsqueda de trabajo: "Es inútil porque el Gobierno francés ha publicado unas órdenes muy severas, amenazando con fuertes multas, contra quienes den trabajo a cualquier español", observaba Moral, emigrante aún sin papeles, el mismo día en que asume que su futuro está "en Francia, pensando en francés, sabiendo francés, y de espaldas a España, donde no puedo pensar en volver".

Este blog supone además la recuperación del dietario de Moral, ya fue editado bajo el título Diari d'un exiliat en 1979 por Publicacions de l'Abadia de Montserrat, que ha facilitado para la iniciativa uno de los pocos ejemplares que quedaban de la obra. El de Moral no es el único caso de exiliados que plasmaron su experiencia en un libro. Uno de los pioneros fue Emili Sabaté, que ya publicó, en 1943 en Méjico, su Diari d'un refugiat català. Ya en 1972, Edicions 62 también editó las Cartes des dels camps de concentració, de Pere Vives.

Y si muchos exiliados se sirvieron de los libros para plasmar su experiencia, muchas entidades usan ahora la web para recordar la España de aquella época. No sólo lo hace la Generalitat de Cataluña. La Fundación Jaime Vera, próxima el PSOE, ha abierto el Portal del Exilio para recopilar aportaciones científicas y personales sobre el periplo republicano. Y el Ayuntamiento de Tàrrega (Lleida) ha recogido en su web Tàrrega 1939, que es el resultado de una exposición, las historias de los 330 vecinos de esta localidad que tuvieron que abandonarla en 1939.

Exiliados republicanos en EEUU, fueron profesores que impulsaron el hispanismo

El exilio más ilustrado
Los republicanos que llegaron a EE UU fueron profesores que impulsaron el hispanismo

MIGUEL ÁNGEL VILLENA El País 05/04/2009
El 15 de enero de 1954, Salvador de Madariaga, que había sido embajador en Washington de la República española, publicó un artículo en el primer número de la revista Ibérica, editada en Nueva York por Victoria Kent, para difundir los valores de la España democrática. Resumía el estado de ánimo de todos los exiliados: "Esperanza de los desterrados. La frase es buena, mejor de lo que se imaginaban los que la inventaron. Porque hoy en día todos los españoles son desterrados. Antes de 1936, todos los españoles vivían en España y en libertad. Hoy, unos cientos de miles viven en libertad desterrados de España; y el resto vive en España desterrado de la libertad".

No obstante, la mayoría de exiliados que llegó a Estados Unidos después del final de la Guerra Civil, del que ahora se cumplen 70 años, lo hizo de la mano de universidades norteamericanas, como fueron los casos de Luis Cernuda, Pedro Salinas, Juan Ramón Jiménez o Fernando de los Ríos. Su destierro fue agridulce, quizá menos terrible que el de muchos de los emigrantes a México, Francia u otros países. Por el contrario, su proyección no resultó tan relevante durante la dictadura, ya que no contaron con el arropamiento de los centros políticos del exilio como México, Toulouse o Moscú. Al llegar la Transición, muchos de ellos tuvieron que esperar años hasta lograr el reconocimiento que merecían. Sumidos en el olvido y republicanos liberales sin un partido detrás, no tuvieron, pues, el respaldo de grandes organizaciones políticas o sindicales.

"El exilio español a Estados Unidos fue, está claro, menos conocido que otros porque fue menos numeroso y porque la mayoría se dedicó a la enseñanza, una actividad más oscura y privada que la política". Las manifestaciones de Antonio Rivero Tarabillos, autor de una biografía de Cernuda y un experto en el asunto, destacan también que aquellos republicanos que recalaron en EE UU procedían de las filas liberales y no de organizaciones marxistas. "Se encuadraban", añade, "en una clase media-alta ilustrada; es decir, que procedían de la burguesía republicana".

La nómina de aquella generación que llegó, sobre todo, a Nueva York y a otras ciudades de la costa este, y que vivió y trabajó durante décadas en Estados Unidos, resulta impresionante y va desde los intelectuales ya citados hasta historiadores como Juan Marichal y Américo Castro, novelistas como Ramón J. Sender y Francisco Ayala, filósofos como Juan Ferrater Mora o científicos como Severo Ochoa. Sin embargo, la aureola que rodeó a otros exiliados no acompañó a los españoles yanquis a su regreso a España. "De entrada, representó un exilio menos novelesco", comenta Antonio Muñoz Molina, escritor y ex director del Instituto Cervantes en Nueva York. "Se integraron y, a veces, desaparecieron en un ambiente universitario como el norteamericano, muy aislado, poco abierto a la sociedad, como ocurre en Europa o en América Latina. Ellos vivieron en su mundo y algunos resultaron incluso incómodos porque, desde su absoluto compromiso con la República, mostraron lucidez sobre una larga pervivencia del franquismo. También es destacable que, a pesar de que muchos exiliados vivieron largo tiempo en EE UU, nunca llegaron a dominar el inglés, fueron bastante impermeables a la lengua de acogida. De cualquier modo, a partir de los departamentos de español, escritores como Salinas, Cernuda, Guillén y otros ejercieron una notable influencia sobre una generación de profesores norteamericanos que impartieron lengua y literatura españolas".

Sin duda, la barrera idiomática del inglés y la inmensidad de un país como EE UU impidieron que los exiliados republicanos formasen piñas, como ocurrió en Francia o en México. Favorecidos por el auge del hispanismo y la capacidad de absorción de las universidades estadounidenses, aquellos ilustrados se recluyeron cada uno en su guarida, "sin nostalgias grupales", como cuenta Luis Muñoz, poeta y estudioso de aquel exilio tan desconocido. "En cierto modo", señala, "algunos prefirieron instalarse en Estados Unidos antes que en México, por ejemplo, para evitar en parte ese aire de naufragio que persiguió a muchos perdedores republicanos. En cartas de Salinas a Guillén se pone muy de manifiesto esta actitud, junto a la satisfacción por vivir en una sociedad rica y acomodada como la estadounidense". Esta condición de exilio dulce hizo aparecer a algunos de estos intelectuales como elitistas o burgueses a los ojos de militantes de la izquierda que achacaban poca combatividad a gentes que se habían dejado tentar por universidades de las capitales del Imperio y se implicaban poco en la lucha contra la dictadura de Franco. Según Luis Muñoz, experto en el tema, los republicanos de EE UU se volcaron en su obra, que se vio beneficiada por ese alejamiento de España y del español.

A pesar de todo, la trayectoria de aquellos republicanos no dejó margen para dudar de su militancia democrática y antifranquista. Cuando Victoria Kent escribe en 1958 en la revista Ibérica la necrológica de Juan Ramón Jiménez -que había obtenido el Premio Nobel de Literatura dos años antes, cuando residía en Puerto Rico- proclama una declaración de principios.

"Una vez más", afirmó la abogada y política republicana, que residió más de 30 años en Nueva York, "debemos señalar que Juan Ramón Jiménez no fue político, que no es en ese campo donde nadie puede ni debe situarle, pero sí hemos de subrayar que estuvo siempre al lado de la razón popular, de todo lo popular. Desterrado voluntario de la España franquista, no ha podido esa España hacerle entrar sino muerto, eso es lo que puede recuperar una dictadura de un hombre libre. Se marcha una meridiana conciencia española y una conducta; ellas quedarán, seguirán siendo una lección viva para las generaciones futuras". Setenta años después del final de la Guerra Civil, aquellas frases de Victoria Kent cobran hoy todo su sentido. -
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Madrid una mañana del invierno de 1950.


Madrid, una mañana del invierno de 1950. El dictador Francisco Franco visita la Biblioteca Central del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Madrid. Su expresión, inmortalizada por un fotógrafo, explica por sí sola por qué los laboratorios de la institución se habían vaciado 11 años antes, tras la demolición de la República. Franco, ataviado con su casaca de Generalísimo de todos los ejércitos, aparece rodeado de libros encuadernados con lomos dorados.

En el CSIC se siente cómodo, ya que él mismo lo creó 11 años antes para, según reza el acta fundacional del organismo, "imponer al orden de la cultura las ideas esenciales que han inspirado nuestro Glorioso Movimiento, en las que se conjugan las lecciones más puras de la tradición universal y católica con las exigencias de la modernidad". Sin embargo, Franco parece una liebre asustada, como si acabara de perder la Batalla del Ebro. Como si le dieran miedo los libros.

La victoria del dictador en la Guerra Civil provocó la espantada de los investigadores, pero la ciencia española continuó siendo puntera en su exilio americano. Aunque sus colegas que resistieron en España no se enteraron.

"Por razones de fuerza mayor, la revista ha sufrido un retardo", escribían en 1975
Algunos de los científicos más brillantes de la época, como el ex director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, el entomólogo Ignacio Bolívar, fundaron en México Ciencia. Revista hispanoamericana de Ciencias puras y aplicadas. Nació para elevar el nivel de la cultura pública, para contribuir al progreso de la ciencia y para aumentar el interés por ella en los países hispanoamericanos. Pero era demasiado peligrosa: mostraba la España que pudo ser y no fue.

"Peor que un ataque militar"
Medio millar de ejemplares del primer número, publicado el 1 de marzo de 1940, partieron hacia España. En sus páginas se hablaba de una nueva especie de insecto, del hambre de origen cerebral y de los protozoos en la sangre de algunos pájaros mexicanos. No había ni una palabra sobre política, pero era demasiado para Franco. Fue inmediatamente prohibida.

De su consejo salieron dos premios Nobel: Severo Ochoa y Bernardo Houssay
"El hecho de ver reunidos tantos nombres de la ciencia española exiliada trabajando y publicando desde México en colaboración con una selecta y numerosa lista de científicos hispanoamericanos parece que fue resentido por las autoridades tiránicas franquistas como una agresión peor que los ataques militares", escribió medio siglo después Francisco Giral, uno de los fundadores. A causa del recelo de Franco hacia la ciencia, la mejor revista científica en castellano de la historia se publicó a espaldas de los españoles durante 35 años. Hasta la muerte del dictador.

Las autoridades franquistas hicieron bien su trabajo. Hoy, 70 años después del fin de la Guerra Civil, sólo existe una colección completa de Ciencia en España. Donada por la familia de Ignacio Bolívar, descansa en la biblioteca de la Residencia de Estudiantes, en Madrid. El director del Archivo Virtual de la Edad de Plata, Carlos Wert, saca con mimo el primer volumen de un estante.

Una ojeada a cualquiera de sus páginas sume al lector en la atmósfera de 1940. En una breve noticia, los redactores de Ciencia informan de la concesión del premio Nobel de Medicina de 1939 al patólogo alemán Gerhard Domagk, por el descubrimiento del primer fármaco efectivo contra las infecciones bacterianas.

Science en castellano
"El profesor Domagk, antes de aceptarlo, pidió autorización al Gobierno alemán, y al poco tiempo escribió al Comité de Estocolmo declinando el honor, pues las leyes actuales no permiten aceptar el premio Nobel a sus nacionales", contaba de forma aséptica Ciencia, sin mencionar al régimen nazi.

La publicación fue para Franco "peor que los ataques militares", según sus fundadores
En otra de sus páginas, el introductor de la teoría cromosómica de la herencia en España, José Fernández Nonídez, entonces en la Universidad de Cornell, en Nueva York (EEUU), explica la base anatómica de la regulación refleja de la presión sanguínea. Y otra pieza da cuenta del sondeo terrestre más profundo, llevado a cabo en 1940 por la Continental- Oil Company: casi cinco kilómetros de prospección en busca de petróleo.

"En España había una ciencia puntera en 1936 y la siguió habiendo, pero fuera de España, aunque hoy no se recuerde", sostiene Wert. Sin embargo, opina, la situación va a cambiar. La Residencia de Estudiantes, fundada en Madrid en 1910 como el primer centro cultural de España, pretende rescatar del olvido la publicación, en colaboración con el CSIC.

Wert ha sido el encargado de coordinar el proceso de digitalizació n de la revista, que estará disponible en el portal Edad de Plata (www.edaddeplata. org) en los próximos meses. Casi 70 años después de su lanzamiento, los españoles podrán leer Ciencia.

Para los científicos, será una oportunidad para recuperar el intento más serio de hacer una especie de revista Science en castellano. De su consejo de redacción salieron dos premios Nobel: el fisiólogo argentino Bernardo Houssay y el español Severo Ochoa. Ambos sufrieron la ignorancia de las dictaduras. El bioquímico huyó de Madrid en 1936, al comienzo de la Guerra Civil, y no volvió hasta 1977, ya nacionalizado estadounidense.

Y Houssay, primer científico latinoamericano galardonado con un Nobel, fue expulsado de su cátedra por el gobierno peronista. "El consejo de la revista era, simplemente, la nómina de la ciencia española de la época", apostilla Wert.

Pero la recuperación de Ciencia no es simplemente un hito para la comunidad científica. Desde el primer número, Bolívar y compañía se propusieron exponer "en lenguaje, para todos comprensible, el estado de los problemas de general interés que toda persona ilustrada debe conocer". En el número 4, correspondiente al verano de 1940, el ingeniero industrial Jorge de la Riva, pionero de la radio en España, deja clara la voluntad divulgativa de la publicación en un artículo sobre los nuevos métodos de grabado de sonido.

Gracias a los constantes estudios, narra De la Riva, "se ha conseguido eliminar la sensación de un gramófono gigante que daba, en sus comienzos, el cine sonoro, con sus voces humanas sin timbre; la voz de la mujer era más bien la de un barítono que tuviera un solo registro; la del hombre parecía la de un dragón legendario surgiendo en la defensa de sus tesoros; la música, confusa y desagradable, semejaba a las charangas de los circos pueblerinos".

El instigador de la digitalizació n de la revista, Miguel Ángel Puig-Samper, director de publicaciones del CSIC, sólo concibe la prohibición de distribuir la revista en España como un ejemplo más del "proceso de represión contra los científicos" ejecutado por los fascistas. "Aunque la revista Ciencia se haya olvidado, la investigación española que se hacía en México era mejor que la ciencia que se hacía en España", asevera.

Sólo una circunstancia puso punto y final a su aventura. En el último número de Ciencia, correspondiente a diciembre de 1975, sus redactores escriben: "Por circunstancias imprevisibles y de fuerza mayor, nuestra revista ha sufrido un retardo considerable en su publicación. Rogamos a nuestros suscriptores, amigos y colaboradores disculpen esta involuntaria recesión que esperamos subsanar en lo sucesivo". No lo hicieron. Franco había muerto. Algunos volvían a casa.

El anfitrión de Einstein en España, condenado al exilio
Seis meses antes de que el general Miguel Primo de Rivera diera un golpe de Estado, Albert Einstein viajó a Madrid para pronunciar una conferencia en la Residencia de Estudiantes, que ya se había convertido en un altavoz de la modernidad en España.

En la época de la visita de Einstein, marzo de 1923, convivían en la famosa Colina de los Chopos Federico García Lorca, Salvador Dalí y Luis Buñuel. Pero no todos los residentes o visitantes asiduos pertenecían al mundo de las artes y las letras. También en 1923, la Residencia de Estudiantes publicó el libro ‘Principio de relatividad’, escrito por el anfitrión de Einstein en Madrid: Blas Cabrera, el físico español más notable en el primer tercio del siglo.

El propio alemán y Marie Curie, la primera persona que recibió dos premios Nobel, invitaron a Cabrera a la Conferencia Solvay de 1930, a la que acudieron los físicos más brillantes de la época. Sin embargo, pese a este historial, las autoridades franquistas le persiguieron tras la Guerra Civil y forzaron su huida a México. Allí, Cabrera se incorporó a la revista ‘Ciencia’ y se convirtió en su segundo director, tras la muerte de Ignacio Bolívar.

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miércoles, 1 de abril de 2009

Los hijos del capitán del Stanbrook participan en el homenaje a los refugiados republicanos



Homenaje al último barco de exiliados republicanos

Un acto recordó ayer en Alicante el viaje del Stanbrook, que salvó a miles de exiliados de la represión franquista en los últimos días de la Guerra Civil


Los hijos del capitán del Stanbrook participan en el homenaje a los refugiados republicanos. - IÑAKI GARCÍA
BELÉN TOLEDO - ALICANTE - 30/03/2009 08:00

Junto a la dársena de la que partió el Stanbrook, el barco que hace 70 años sacó de España a miles de refugiados republicanos, hay ahora un puerto deportivo rodeado de cafeterías y pubs con karaoke. Muy cerca, sobre el terreno donde se asentó el campo de concentración al que fueron a parar aquellos que no tuvieron sitio en el barco, selevantó hace unos años un centro comercial: el Plazamar 2.

Estos dos lugares fueron escenario de la tragedia que se vivió en el Alicante en los últimos días de la Guerra Civil, cuando miles de republicanos llegaron desde todo el país hasta el Puerto con la esperanza de escapar de la represión franquista en los buques anunciados por las autoridades republicanas. Se encontraron sólo con el Stanbrook, un navío mercante que sólo pudo salvar a unos cuantos miles.

Hoy en día, en el Puerto no hay placas ni monumentos que recuerden el sufrimiento de aquellos días. Ante el olvido institucional, fue la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante la encargada de conmemorar, durante el pasado fin de semana, la odisea de los refugiados republicanos en los últimos días de la Guerra Civil, entre el 28 de marzo y el 1 de abril de 1939.
El barco, con una capacidad para 800 personas, llegó a cargar a casi 3.000 refugiados rumbo a Orán

El acto de ayer fue el más emotivo de los celebrados. Varios cientos de personas se congregaron en el Puerto de Alicante para recordar la salida del Stanbrook, que con una capacidad para 800 personas llegó a cargar a casi 3.000 refugiados rumbo a Orán. El acto homenajeó al capitán del barco, Archibald Dickson, a través de la presencia de dos de sus hijos, llegados desde Irlanda.

La dársena se llenó de banderas republicanas y aquellos días se recordaron a través del testimonio de varios ancianos que viajaron en el barco hace 70 años y de familiares de otros ya fallecidos. Hubo lágrimas y abrazos entre ellos mientras historiadores, artistas y escritores recordaron desde el escenario el viaje del Stanbrook hasta Orán, repleto de personas hacinadas en la cubierta, en las bodegas y en los camarotes.

El día fue lluvioso y gris, como hace 70 años. El acto concluyó con una ofrenda de flores lanzadas al agua. Desde la tribuna, se recordó el sufrimiento de los refugiados que quedaron en el Puerto. El hispanista Ian Gibson pidió al Ayuntamiento de Alicante, gobernado por el PP, que permita la colocación de un monumento en el Puerto, solicitado por la Comisión Cívica desde hace años, para "honrar dignamentea las víctimas".

70 años de la victoria de Franco. Refugiados republicanos cruzando la frontera de los pirineos.


La larga marcha de los vencidos

La victoria de Franco supuso la expulsión de todo un Estado, desde su presidente hasta el más humilde de los maestros
PUBLICO.ES


Refugiados republicanos cruzando la frontera de los pirineos a las de Banyuls-sur-Mer. - GETTY IMAGES
PERE RUSIÑOL - MADRID - 30/03/2009 08:00

Los nacionales ganaron, pero la Nación se jibarizó: casi 500.000 vencidos emprendieron la huida ante el triunfo del oscurantismo fascista. Bajo la nieve, harapientos y derrotados, los integrantes de un pueblo que hundía sus raíces en el Siglo de las Luces y que acababa de ser destrozado empezaban una larga marcha que sólo en muy contadas ocasiones tendría un final feliz.

El éxodo brutal no tenía precedentes ni siquiera en un país cuya historia, como recordaría luego el poeta Jaime Gil de Biedma, es la más triste de todas las historias. Ni siquiera el país que había expulsado antes a los judíos, a los liberales, a los progresistas y a tantos otros que ponían en riesgo la visión más estrecha de una nacionalidad vinculada casi siempre al trono y la cruz era capaz de imaginar algo parecido: la expulsión de todo un Estado, desde su presidente hasta el más humilde de los maestros.
La victoria de Franco forzó la emigración de medio millón de españoles

"Lo que sucede en 1939 es incomparable con cualquier otra catástrofe anterior: es un desastre incalculable, imposible incluso de evaluar, e irrecuperable", opina Francesc Vilanova, historiador de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) especializado en el exilio. Y añade: "El coste es salvaje y va mucho más allá de una cuestión numérica. La pérdida cultural, intelectual y científica es inconmensurable". Tras la huida de la represión aguardaba además la odisea: para casi todos, los deplorables campos de refugiados en Francia, que eran más bien campos de concentración.

Y luego, la lotería: la deportación, los campos de concentración nazis, la guerra contra el fascismo en suelo francés, la nueva vida gris y sin brújula en la Unión Soviética, el regreso y la represión en España, la lucha por el sustento básico en América Latina o, en ocasiones, el éxito empresarial o académico al otro lado del Atlántico. Pero siempre la añoranza y la tristeza de la derrota de la República, que muy pronto se vio que iba a ser para siempre.

"De esta catástrofe sólo hay una cuestión buena: la aportación extraordinaria de todo lo mejor que tenía España hacia América Latina y Francia, sobre todo, en el ámbito académico", opina el sociólogo José Vidal-Beneyto.

Sólo el México de Lázaro Cárdenas aceptó sin reservas a los republicanos sin patria. Pero más allá de los Estados y sus cadenas con la realpolitik de la época, el éxodo despertó "extraordinarias muestras de simpatía en los pueblos de muchos países", recuerda el director de la Fundación Pablo Iglesias, Salvador Clotas.

La larga marcha del exilio duró casi 40 años. Pero aunque algunos exiliados acabaran regresando, su país se perdió para siempre.

Juristas progresistas piden investigar los niños perdidos del franquismo

Juristas progresistas piden investigar sobre los niños perdidos de franquismo
30.03.09 | 14:21 h. Agencia EFE


Asociaciones de juristas progresistas han pedido la creación de una comisión gubernamental para buscar a los llamados "niños del franquismo", en referencia a los que fueron separados de sus padres tras la Guerra Civil en lo que consideran "el mayor caso de desaparición forzada de la Europa contemporánea".


Carteles de Franco en los pueblos españoles al terminar la Guerra Civil. Dos niños alzan los brazos, en saludo fascista, a un cartel con la foto de Franco. EFE/Archivo
Así figura en el documento de conclusiones del coloquio internacional sobre la Memoria Histórica que, bajo el título de "¿Se puede juzgar la Historia?", ha celebrado este fin de semana en Madrid la asociación Magistrados Europeos por la Democracia y las Libertades (MEDEL), de la que forman parte las españolas Jueces para la Democracia y Unión Progresista de Fiscales
"Queremos llamar la atención sobre el hecho de que la Ley de la Memoria Histórica aprobada por el Estado Español no menciona el caso de los niños perdidos del franquismo, a pesar de que se trata del mayor caso de desaparición forzada específicamente infantil perpetrado en la Europa contemporánea", señala el texto.
MEDEL añade que, "siguiendo la experiencia comparada de otros países, procedería crear una comisión gubernamental de búsqueda de esos niños, que todavía mantienen razonables expectativas de vida, a fin de una rápida identificación que permita, siquiera al final de sus vidas, la reunificación de estas familias desgarradas por la dictadura".
La asociación de juristas, que subraya que es el Estado, y no los ciudadanos, quien tiene la obligación de investigar estos hechos, aboga por que no se pierda la oportunidad de declarar su naturaleza delictiva "en el contexto de lo que hoy conocemos como crímenes contra la humanidad, de las políticas represivas desarrolladas por las autoridades franquistas durante y después de la guerra civil". EFE

viernes, 6 de marzo de 2009

Publicado por Inés García Holgado en 6:04 0 comentarios

Etiquetas: Companys, nulidad de sumarios


BOLETÍN INFORMATIVO

"Este país es el único que no se arrepiente de su fascismo"
Carmen Negrín, nieta del último presidente del Gobierno de la II República, batalla ahora ante la Justicia para rescatar la figura del abuelo olvidado y dignificar a las víctimas de la dictadura



MIGUEL ÁNGEL MARFULL - MADRID - 27/02/2009 08:00


Era un abuelo fabuloso", recuerda Carmen Negrín, nieta del último presidente del Gobierno de la II República. Discípulo de Ramón y Cajal y profesor de Severo Ochoa, Juan Negrín interrumpió esta cadena del Nobel para entregarse a la política. "Nunca le escuché arrepentirse", trae a la memoria Carmen, que convivió con él, en París, durante 10 años. Aún reside en la misma casa. Su abuelo perdió la guerra dos veces.

Contra Franco y contra el PSOE, que lo expulsó en 1946. Su figura está nublada por la leyenda negra que forjó el franquismo sin que el Partido Socialista ayudara a limpiarla. Unos le acusaron de esquilmar las reservas del Banco de España; los otros, de perder la Guerra Civil. Su tumba, en el cementerio parisino de Père Lachaise, es difícil de encontrar. Dispuso que sobre su lápida sólo figuraran las iniciales J. N. L. Carmen Negrín batalla ahora ante la Justicia para rescatar la figura del abuelo olvidado y dignificar a las víctimas de la dictadura.

¿Cómo era Juan Negrín?

Era una persona atenta, tierna, exigente... y muy crítico, algo que nos inculcó a sus nietos.

Tenía un perfil atípico para la época: era un científico con formación internacional, varios idiomas...

En su biblioteca y en el dormitorio tenía un retrato de Erasmo de Rotterdam. Era su ídolo, eso da una idea.

¿Es uno de los personajes menos comprendidos de la II República?

Se ha querido tapar su figura, desde luego. Se entiende que lo hiciera el franquismo, por el peligro que representaba para la dictadura por su cargo. De ahí la leyenda negra que le persigue. Esta actitud se comprende menos en sus correligionarios, aunque se puede explicar desde la frustración de perder la guerra.

¿Al ser expulsado del PSOE fue doblemente derrotado?

La guerra se perdió casi desde el principio, porque el bando republicano no disponía de armas. Cuando llegó a la presidencia, logró resistir dos años más. ¿Dos años suman más muertos? Él sabía qué ocurriría si ganaba Franco, porque conocía las matanzas de los sublevados cuando conquistaban una ciudad y la limpiaban de adversarios. Por eso creyó necesario resistir, según se acercaba el comienzo de la II Guerra Mundial. Si lo hubiera conseguido, España no habría tenido 40 años de dictadura.

¿Cuál es la acusación más injusta que se ha lanzado contra Negrín?

Lo que más le dolió fue la ruptura con Indalecio Prieto, porque eran compañeros, aunque nunca le escuché atacarlo. Las otras críticas le daban igual; tenía un caparazón muy fuerte.

¿Críticas cómo el famoso envío del oro del Banco de España a Moscú?

Eso son tonterías. Los papeles están en España desde 1956 y demuestran con cuánta mala fe lo trataron.

El PSOE rehabilitó su nombre en julio de 2008. ¿Por qué tanto tiempo después?

Es lógico. El Partido Socialista siguió la línea de Prieto. Eso lo explica.

¿Qué sería necesario para reparar la figura del presidente Negrín?

"La investigación abierta por el juez Baltasar Garzón no es tiempo perdido"
Estará reparada el día que deje de oír ciertas críticas primitivas y se le conceda la notoriedad que le corresponde. Fuera, la gente acoge mi apellido con respeto. En España, sin embargo, aún hay reacciones diversas. El mejor homenaje que se le podría hacer es que se produjera realmente una reconciliación y que la historia de aquellos años sea mejor conocida.

Cuando se pide reparación para las víctimas de la dictadura, la derecha advierte del peligro de reabrir heridas

¿Qué heridas? ¿Quiénes fueron los heridos? Esencialmente los que defendieron la legalidad. No reabrimos ninguna herida. Pedimos, simplemente, un mínimo de justicia.

A Negrín le fue arrebatada su nacionalidad. ¿Se le debería restituir de manera simbólica como muestra de respeto a un presidente del Gobierno español?

Cada vez que viajaba, escribía la palabra "español" cuando preguntaban por su nacionalidad, luego se lo tachaban, pero volvía a hacerlo. Siempre se sintió español.

¿Qué opina de la Ley de Memoria Histórica?

Se queda un poco corta y tiene algunos defectos. Deja asuntos pendientes: los juicios sumarios o las desapariciones, por ejemplo. ¿Que no se puede meter en la cárcel a la gente que quizá lo hubiera merecido? ¿Qué ya están muertos? Tanto mejor para ellos, pero queda cierta frustración en sus víctimas.

¿Por qué no es posible hacer en España lo que sí se ha conseguido en Argentina o en Chile?

Habría que preguntar a la Justicia. Para empezar, hay una falta de conciencia política y de conocimiento. Luego, puede haber otras implicaciones, costes económicos... No lo sé.

¿Le falta valentía al Gobierno para encarar la Memoria Histórica?

"La Ley de Memoria Histórica se queda un poco corta y tiene algunos defectos"
No me corresponde a mí hacer esa crítica. El Gobierno ha hecho un gran esfuerzo, pero quedan muchas huellas del fascismo. Comparemos Alemania con España: tuvieron dos gobiernos fascistas que practicaron el genocidio. En Alemania sí han tomado conciencia y se ha prohibido fomentar esa ideología. Aquí no; aquí es parte de nuestra vida cotidiana. España tiene el triste privilegio de ser el único país que ha sido fascista y que nunca se ha arrepentido de serlo.

¿Por qué se personó en la causa iniciada por el juez Garzón contra el franquismo?

Es lo mínimo que podía hacer por la historia de mi familia. La investigación del juez no es tiempo perdido.

Negrín acumuló un archivo de enorme importancia que se encuentra fuera de España y administra usted. ¿Cuándo podrán regresar esos fondos?

Por mí, lo más pronto posible. Pero hay un pequeño problema técnico y financiero. Hay que microfilmarlo antes y eso precisa de medios.

¿No le ha ofrecido ayuda el Ministerio de Cultura?

Estamos en negociaciones.

¿Los fondos viajarían a Canarias o a Salamanca?

Negrín nació en Canarias. Yo había pensado llevarlos allí antes de que se interesara Cultura. Además, Internet facilita que no importe tanto dónde se encuentren físicamente.

¿Cuál es la joya de la corona de ese archivo?

Cada historiador, según lo que busque, encontrará muchas joyas. Esos fondos preservan la memoria de la presidencia del Gobierno durante la Guerra Civil y el exilio.

¿Concede a algún documento un valor sentimental especial?

La carta en la que el presidente de México Lázaro Cárdenas aceptó que pudieran ir todos los refugiados españoles a su país. Es un texto de una página, manuscrito en papel azul, y sellado con el escudo mexicano. Para mí, tiene un significado especial.

¿Esa carta estará pronto en España?

Siendo optimista, en un año, y si soy pesimista, quizá en dos.

El Supremo rechaza su recurso en la Audiencia Nacional
La sala de lo penal del Tribunal Supremo rechazó ayer uno de los recursos que Carmen Negrín, nieta del último presidente del Gobierno de la II República, puso ante el pleno de la Audiencia Nacional. Su recurso atacaba dos decisiones de este tribunal relacionadas con la causa abierta por el juez Baltasar Garzón en relación con los crímenes del franquismo.

El primero de ellos, rechazado ayer, niega que los jueces de la Audiencia prevaricaran (tomar una decisión a sabiendas de que es injusta) al paralizar la apertura de fosas ordenada por Garzón. Ahora falta que el Supremo decida sobre la competencia de la Audiencia para juzgar los delitos que pretendía investigar el juez. Carmen Negrín espera ahora que el Supremo devuelva la competencia a Garzón.

*Fuente: Público.es, 27 de febrero de 2009

http://www.publico.es:80/espana/204640/pais/unico/arrepiente