viernes, 10 de junio de 2011

Los niños de la posguerra
Rafael Lutzardo. Canarias Ahora, 8/06/2011 - 10 Junio 2011 Tenemos que recordar a los niños de la posguerra de la España oscura, triste, penosa




RAFAEL LUTZARDO

Ya que hablamos de memoria histórica también tenemos que recordar a los niños de la posguerra de la España oscura, triste, penosa y que fueron víctimas de una sociedad cuyo modelo se regía por la dictadura franquista y el poder de la Iglesia, la cual se convirtió en cómplice y adulona de un gobierno liderado por un mea pilas que durante 36 años privó a todos los españoles, salvo los fachas, de vivir en un país libre y democrático.

Estos niños, los más perjudicados por la afectividad familiar, por la pobreza, la miseria, el hambre y el desprecio de la propia sociedad, fueron motivos de muchas circunstancias negativas en sus respectivos destinos. Privados de su libertad y secuestradas sus infancias fueron recluidos en reformatorios o centros correccionales, donde fueron maltratados pos sus guardianes y directores, incluyendo los propios curas. Ramón Plasencia, un ex alumno del antiguo colegio San Gabriel (Reformatorio), ubicado en otra época en las inmediaciones del Mercado Nuestra Señora de África, recuerda que sus guardianes, Tomás Izquierdo, Eugenio, Florencio Villa Verde del Cas y Juan “El Barbero”, fueron los verdugos del régimen franquista de cientos de menores, que junto con los directores de aquél reformatorio, Ángel Orihuela, Juan González, Juez de Paz de La Laguna, Santiago Negrín, Domingo Duque de Paz (militar), se ensañaron en el castigo, humillación y vejación contra aquellos menores.

Según Ramón Plasencia, los castigos eran múltiples y variados: rapados al cero y con un plato de aluminio atado sobre la cabeza durante varias semanas; de rodillas y con los brazos en cruz hasta altas hora de la noche, encerrados en aquellos calabozos llenos de orines y colchones llenos de chinchas, golpeados con una vara de bambú o regla gruesa de tea en las manos de los menores castigados. Mientras tanto, el Tribunal Tutelar de Menores también era cómplice de ese régimen franquista torturador y asesino. El padre Fruto, recuerda Ramón Plasencia, era el sacerdote oficial del Centro San Miguel, el cual confesaba a los menores y los condenabas al castigo ante el pecado de la inocencia y juventud de aquellos niños desprotegidos y maltratados por sus respectivos destinos de la vida. Los maestros escuela como se denominaban en aquella época entre los años 50 y sesenta, poco podían hacer ante una dictadura férrea y criminal, aunque algunos de ellos, reivindicaban la libertad a través de sus poesías, pero de forma muy discreta y con el tiempo, en la democracia, en libros de recuerdos y sentimientos.

http://www.canariasahora.com/opinion/7080/

domingo, 1 de mayo de 2011

Méjico y el 80 aniversario de la II República Española

Españoles de México conmemoraron los 80 años de la II República Española
Crónicas de la Emigración, 28 de abril de 2011 - 28 Abril 2011 .La prensa mexicana destaca la huella de la II República en México






Cristina Cabrero, México

La colocación de la ofrenda floral fue al mediodía del jueves 14 de abril, al pie de la Columna de la Independencia, en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México. Con este gesto, los organizadores quisieron conmemorar la II República Española, además de recordar los lazos indisolubles que unen a España y México. La Columna de la Independencia, conocido popularmente por ‘El Ángel’, es el monumento más representativo de la ciudad y fue construido en 1910 para conmemorar el centenario de la Independencia de México.

Aunque hayan pasado 80 años del nacimiento de la II República, el Ateneo Español de México, fundado por exiliados españoles, siempre que tiene ocasión, presume de los logros de esta etapa histórica conocida también por la ‘Blanca República’: “Es la primera ocasión en el mundo que se da un cambio de régimen en forma pacífica y democrática. Para la República empezaba una tarea reformadora de la sociedad española en todos los órdenes. Había que democratizar el pueblo español, había que educarlo, había que otorgarle los derechos que secularmente le fueron siempre negados”, dice parte del programa de actividades para recordar esta fecha tan señalada.

Continuando con dicho programa, en la tarde del 14 de abril, tuvo lugar uno de los eventos más esperados: la conferencia magistral del poeta valenciano exiliado en México Tomás Segovia: ‘Nuestras Repúblicas’.

La charla se desarrolló en las instalaciones de la Consejería de Educación de la Embajada de España, espacio contiguo al Ateneo Español de México. La expectación fue grande y no cupo un alfiler. Ni siquiera la pantalla gigante colocada en un ambiente próximo a la sala donde el escritor habló fue suficiente para atender la curiosidad de todos los asistentes, quienes se fueron instalando en cada hueco libre, incluyendo descansillos y escaleras.

El poeta alabó los valores de la II República e incidió en que los españoles que llegaron a México, cuando se reunían, no consideraban el lugar de procedencia de cada uno, sino que por encima de todo, se sentían republicanos. “El patriotismo nacional o regional causa estragos y los emigrantes son los más desprotegidos frente a ese patriotismo. Por eso, antes que patriotismo, prefiero hablar de lealtad”, afirmó. Según Tomás Segovia, “el patriotismo de las identidades nos está acabando”.

Al hacer un repaso actual de los principios de aquella etapa histórica, el poeta dijo que no se tratar de copiar lo que se hizo entonces, sino de heredar el espíritu, la búsqueda del bienestar social. “En ese sentido, las democracias neoliberales de hoy están tergiversadas. El mundo occidental debería aprender de este modelo”, opinó.

Además de la conferencia de Tomás Segovia, el programa contempló otras ponencias, como ‘La vida cotidiana en la República’, ‘La cultura en la República’ y ‘La educación en la República’.

El 12 de abril, el Ateneo proyectó el estreno del documental, de TVE 2, ‘La escuela olvidada’, de Sonia Tercero Ramiro. El filme repasa en 56 minutos un siglo de historia de la educación en España, a partir del impulso modernizador que vivió el país a principios del siglo XX con el ensayo pedagógico, mixto y laico del Instituto-Escuela. La película fue comentada por Sonia Tercero y por Manuel Gil Antón, miembro del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE) e investigador de El Colegio de México y de la Asamblea del Colegio Madrid.

http://www.cronicasdelaemigracion.com/articulo/cronicas/2011-04-25/espanoles-mexico-conmemoraron-anos-ii-republica-espanola/12205.html

miércoles, 13 de abril de 2011

80 ANIVERSARIO II REPUBLICA ESPAÑOLA VIVA LA REPUBLICA!!!

viernes, 25 de marzo de 2011

“Diario de un maestro exiliado” en el Campus de Huesca

El director del Museo Pedagógico de Aragón y profesor del Campus de Huesca, Victor Juan analiza el “Diario de un maestro exiliado”, de Herminio Almendros, dentro del ciclo Leer entre líneas, del Club de la Palabra universitario. La charla será este miércoles, a las 14 horas, en la Facultad de Ciencias Humanas.

Juan realizará una aproximación a la obra y a la figura de ese pedagogo español, que trabajó en la capital oscense en 1932, y tuvo un papel destacado en la enseñanza en Cuba tras su exilio.

“Este libro”, señala Victor Juan, “es particularmente interesante porque permite entender el sistema educativo que hoy tenemos, con los avances conseguidos, los problemas que arrastramos y los retos que aún tenemos”. Y además “ofrece claves para entender cómo se ha construido la escuela como institución y las funciones que se exigían al magisterio en cada época”.

Almansa, La Habana,… Huesca

Herminio Almendros Ibáñez (Almansa, 1898-La Habana, 1974), pedagogo seguidor de los postulados de la Institución Libre de Enseñanza, escribió casi medio centenar de obras a lo largo de su vida. Entre ellas hay literatura infantil, ensayos y obras divulgativas como La imprenta en la escuela. La técnica Freinet (1932), A propósito de la Edad de Oro de José Martí (1956), Cosas curiosas de la vida de algunos animales (1964) o Nuestro Martí (1965). Almendros (padre del cineasta Néstor Almendros) tuvo un destacado papel en la educación cubana, ejerciendo, entre otras responsabilidades, la de Director General de Educación Rural del Ministerio de Educación del país caribeño.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Un exilio que se inició a bordo del Stanbrook
Información.es, - 7 Febrero 2011 Fue la última embarcación que evacuó a miles de refugiados republicanos al finalizar la Guerra Civil desde el Puerto de Alicante


E. DE GEA

El barco carbonero británico Stanbrook forma parte de la historia española. Fue la última embarcación que evacuó a miles de refugiados republicanos al finalizar la Guerra Civil desde el Puerto de Alicante. Entre sus pasajeros figuraban Manuel Martínez Rives y Adauto Mora Menárguez, ambos vecinos de Rojales.

Abril de 1939. La Guerra Civil acaba de terminar y en el puerto de Alicante se refugian miles de republicanos, muchos con sus familias, que huyen de la represión franquista. Bloqueada esta salida de los derrotados por la armada del general golpista Franco y los aviones de la Alemania nazi, la llegada de los barcos del gobierno de la Segunda República es casi imposible. Sin embargo, uno de los que logró burlar el bloqueo fue el Stanbrook, que meses más tarde fue hundido por el torpedo de un submarino alemán. El capitán Archibald Dickson se hundió con él.

Entre los 2.638 refugiados que pudieron embarcar con destino a Oran (Argelia) un lejano ya 28 de marzo de 1939, se encontraban Manuel Martínez (nacido en 1917) y Adauto Mora (nacido en 1907), dos vecinos de Rojales que habían luchado para defender la República en diversos frentes, como Teruel o Granada. El primero ya nunca regresó a España y falleció en Marruecos, donde se instaló tras pasar largos años en los campos de concentración y de trabajo argelinos y marroquíes. El segundo murió en La Linea de la Concepción tras haber participado en la II Guerra Mundial luchando con la armada Inglesa, sobre todo en el frente noruego y licenciándose en 1946.

El hijo de éste, Adauto Mora López, de 73 años, reside en Torrevieja tras pasar casi toda su vida en el Reino Unido. Ahora, más de 70 años después de que su padre zarpara en el Stanbrook, relata que “tuvo suerte porque pudo embarcar. En el Puerto de Alicante se vivieron escenas de pánico y muchos se suicidaron mientras esperaban la llegada de barcos que nunca atracaron”. Adauto Mora padre fue uno de los principales actores de aquellos días para que el Stanbrook zarpara pese a las reticencias de su capitán, ante el riesgo de ser hundido y por los miles de refugiados que se agolpaban en el puerto.

“Lo primero que hizo al llegar a España tras la muerte de Franco fue coger el carné de la CNT. Era muy idealista, pero no extremista”, señaló su hijo, quien añadió: “Mi padre se quedó muy desilusionado tras el final de la II Guerra Mundial, cuando los aliados no quisieron acabar con el régimen franquista. Decía que los utilizaron como carne de cañón (a los españoles en la contienda mundial)”.

En la cárcel con Camacho

Dolores Gómez, de 92 años, reside en Rojales. Su esposo, Manuel Martínez, fue otro de los rojaleros que pudo exiliarse en el barco inglés para evitar ser represaliado. Él estuvo encarcelado en Orán junto al recientemente fallecido y fundador de CC OO, Marcelino Camacho. “Cuando llegaron a Orán estuvieron un mes dentro del barco antes de poder bajar a tierra”, señala la anciana refiriéndose a su esposo y a Adauto Mora, sobre quienes añade: “Estuvieron mucho tiempo juntos y lo pasaron muy mal. Se escaparon varias veces de los campos de concentración, pero los cogieron”.

Dolores Gómez explica que, junto a los anteriores, hubo otros dos vecinos de Rojales que embarcaron en el Stanbrook (”El Chiro” y “El Matón”). “Los fascistas en Rojales no paraban de venir a mi casa y a la de los padres de mi esposo para que les dijeramos dónde estaba. No se creían que había partido a Argelia”. Dolores Gómez, con una bandera republicana en sus manos, estuvo presente en 2009 en el Puerto de Alicante, cuando se homenajeó al capitán del Stanbrook. La misma bandera que quiere que le acompañe cuando deje esta vida y “sin pasar por la Iglesia”.