miércoles, 22 de diciembre de 2010

UN MUNDO RARO
EL INAGOTABLE EXILIO
18.12.10 - 00:10 - MERCEDES BARRADO TIMÓN Varios actos de esta semana han estado marcados por el tema del exilio de los republicanos tras la guerra civil española. Sobresale por su aplastante significación la exposición del fotógrafo Agustí Centelles, que ha traído a Badajoz la Diputación Provincial de Badajoz y que nos ha permitido ver de cerca una de las obras más reveladoras que existen sobre los sufrimientos de los españoles que pasaron por los campos de concentración franceses. Agustí Centelles, hombre de izquierdas y periodista sobre todo, compartió el infeliz destino de sus compañeros aunque con una ventaja destacada sobre todos los demás que, a la postre, le hizo pasar a la historia: Logró quedarse con sus cámaras de fotos y ellas actuaron de parapeto desde el que asomarse a la miseria diaria del campo de internamiento y le convirtieron en testigo sufriente de los hechos. A esa condición de testigos suelen acogerse esos periodistas de las películas de guerra que, poco antes de que les alcance la última bala que no se oye llegar, se chulean de su resistencia ante la muerte con un conjuro pueril.
-Alguien tiene que vivir para contarlo.
Pero, efectivamente Agustí Centelles, sobrevivió para mostrar aspectos terribles de aquella guerra, aunque antes tuviesen que pasar 35 años durante los cuales las imágenes del campo de Bram tan sólo fueron un recuerdo tamizado por la forma del objetivo de su Leica.
Sergi Centelles, uno de los hijos del fotógrafo, cuenta que durante las negociaciones que llevaron a cabo para depositar en las instituciones el legado de su padre, les impulsaba sobre todo el deseo de difundir su obra, que no alcanzó durante su vida el reconocimiento que demanda su calidad, cosa que mortificaba en cierta forma al periodista. Hubo que esperar a 1984 para que se le concediese el Premio Nacional de Fotografía al autor que en el verano de 1936 fue portada de Newsweek con su imagen de unos milicianos parapetados tras una barricada de caballos muertos en las calles de Barcelona.
Tras visitar esta exposición y atisbar otros trabajos de Centelles, nos acomete la sorpresa de comprobar que muchas imágenes que nos resultan familiares sobre nuestra historia reciente son obra de este fotógrafo aunque nosotros no lo sabíamos. Así, la de Federica Montseny en un mitin electoral; la imagen impresionante de esos niños que 'juegan' a fusilar a unos compañeros de aventuras; fotos de milicianos en el frente de Aragón o la que probablemente es su foto más conocida, la imagen de esa mujer vestida con ropas que parecen de calidad y que llora arrodillada sobre el suelo donde está el cadáver de su marido. Esta obra sintetiza alguna de las anécdotas que se acumulan sobre el carácter documental de las fotos de Centelles y sobre las dificultades para el control personal de una obra gráfica ingente como la suya. De esta foto se ha contado que el hijo del matrimonio que sale en la misma reconoció en ella por casualidad, ya adulto, a su madre y supo así con exactitud de las condiciones en que había fallecido su progenitor, un dependiente de botica asesinado en el bombardeo de Lérida.
Esa foto ha sido publicada en miles de documentos, muchas veces sin citar su procedencia y en la mayor parte de los casos con textos explicativos que deformaban las circunstancias concretas de su toma. Se ha dicho que era una mujer reconociendo el cadáver de su marido fusilado y se la ha empleado para ilustrar diatribas sobre la maldad de uno y otro bando. Sobre esta imagen y sobre alguna más, han abierto los hijos de Centelles diversos pleitos que pretenden establecer con claridad la autoría de su padre sobre las mismas e impedir que se utilicen «de forma arbitraria y poco ortodoxa» manipulando su contenido. Esa foto fue tomada en el cementerio de Lérida el 3 de noviembre de 1937 e historiadores norteamericanos la consideran «la máxima expresión del dolor de una guerra civil».

martes, 21 de diciembre de 2010

DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS MIGRANTES
Una posguerra que dura toda la vida
Tres vascos que fueron enviados a México durante su infancia en 1937 relatan su exilio en una película recién estrenada en Euskadi

20.12.10 - 02:32 - .

Opinión *

Nombre


Hasta el final de la Guerra Civil, unos 33.000 niños vascos fueron enviados por sus seres queridos al extranjero para protegerles de los bombardeos. Acompañados por personal educativo y sanitario, dejaron sus casas, su tierra, en lo que se preveía una ausencia temporal. Pero para la mayoría ese 'exilio' se prolongaría por el resto de sus vidas. Coincidiendo con el Día Internacional de las Personas Migrantes, la fundación Idi Ezkerra y Moztu Filmak presentaron este fin de semana en las tres capitales vascas el documental 'Amaren Ideia' (La idea de mi madre), que cuenta la historia de tres niños de la guerra en su regreso a Euskadi desde México, 70 años después de su partida.
La cinta, que ha contado con la colaboración del Gobierno vasco y EiTB, es el primer documental de Maider Oleaga. Como directora acompañó a Lucía Michelena, Alfredo González y José Henales en los días previos al viaje, así como durante su estancia en el País Vasco en junio de 2008, en el marco del homenaje organizado por Idi Ezkerra. EL CORREO ha charlado con los tres protagonistas de la película para conocer de primera mano su desgarrador testimonio, el de los niños a los que la guerra arrancó de sus raíces.
Alfredo González
«Salimos vivos, así que no me quejo»
Alfredo González, natural de Irún, era el pequeño de cuatro hermanos. Huérfano de madre, tenía ocho años cuando en 1937 su padre, trabajador de la Aduana, le envió a México para alejarle del horror de la guerra. «Se creía que todo acabaría en tres meses, pero después vino la posguerra, el hambre... Al final, fue para toda la vida», relata. Alfredo cruzó el 'charco' acompañado por su hermano Emilio, que entonces contaba 11 años, pensando que aquello serían unas «vacaciones». Embarcó en Barcelona, donde se salvó «de milagro» de un bombardeo, con destino al internado de Morelia, en el que compartió estancia con otros 480 niños. «Por el camino se quedó toda una vida», sostiene.
En México eran conocidos como «los niños comunistas». «Morelia era un pueblo católico» y allí «éramos los diablos, los 'rojos'. ¡Pero qué ideas políticas ibas a tener con ocho años!», expresa. Alfredo no volvió a tener contacto alguno con su familia. «Creo que nunca supieron dónde estábamos», señala. A sus 83 años recuerda cómo todos los niños «iban como pollitos al maíz» cuando alguien gritaba «¡Cartas de España!». «Llegaron muchas, pero ninguna para nosotros», lamenta. González se escapó del internado con 13 años -su hermano se marchó antes y acabó enrolado en la Marina Mercante de EE UU-. «Era un aventurero», asegura. Alfredo trabajó en varios empleos en México, durmió en la calle y pasó temporadas en las que sólo tuvo cáscaras de naranja para llevarse a la boca. Pese a las penurias, no guarda rencor a su familia. «Seguro que pensaron: 'Mejor que se salve fuera a que muera dentro'. Salímos con vida, así que no me quejo», se sincera. «Ya no tenía a nadie en Euskadi y sólo había estudiado Primaria». Por eso se quedó en el país que le vió crecer. Alfredo, que se casó y tuvo seis hijos en México, rememora con ilusión su regreso a su tierra hace dos años. «Todo había cambiado». En un restaurante, un coro entonó el tango 'Volver'. «No pudimos evitar las lágrimas», evoca.
Lucía Michelena
«Aquel viaje nos dejó marcados para siempre»
Lucía Michelena cumplió doce años en el barco que le llevaba a México. Era tan sólo una niña cuando le tocó ejercer el papel de madre. Natural de Bayona, aunque sus progenitores procedían de Bilbao y de Irún, tuvo que hacerse cargo de sus hermanos, uno de seis y otro de dos años y medio. «Cuida de ellos, tú eres la mayor», fueron las últimas palabras que le dijo su madre antes de embarcar, mientras el más pequeño se aferraba a los brazos de su madre. «Yo no sé que haría si viese que están matando a mis hijos...», reconoce.
Michelena, que no ha olvidado su época de estudiante en el colegio bilbaíno de Atxuri, se emociona cuando echa la vista atrás, hasta su llegada a México. En el trayecto se alimentaban de pan con mantequilla y mermelada, hasta que alguien gritaba «¡pónganse los salvavidas!», «que les quedaban grandes». «Era su forma de prepararnos ante posibles bombardeos aéreos», apunta. Su hermano pequeño se perdió en el barco y no fue hasta tiempo después cuando lo localizaron en la beneficiencia de Veracruz. «Se había puesto malo y lo llevaron a la enfermería», relata Lucía, que por aquel entonces se encontraba en el internado de Moralia. El pequeño sobrevivió, pero no así el mediano de los tres, que falleció a los quince años en México. Aquel viaje fue sólo un sueño que «dejó marcados a los niños para toda la vida».
Lucía, que se convirtió en una estudiante brillante -cursó Comercio con tan sólo catorce años-, perdió el contacto con su madre, después de que ésta la culpara de la muerte de su hermano. «En cada carta me recriminaba que no había cuidado de él», revela. La herida duele todavía hoy. Tiene una hermana de setenta años a la que ni siquiera conoce. Prefiere no hablar de «las miserias». Se casó y tuvo once hijos, pese a que los médicos la dijeron que no podría quedarse embarazada. Ellos, y sus nada menos que 33 nietos, son su mayor alegría. Se quedó viuda a los 54 años y tuvo que «trabajar de sol a sol». No se considera una persona «valiente», sino «de fe». Por ello, confía en que el documental sirva para que las nuevas generaciones sepan la tragedia que deja tras de sí una guerra.
José Henales
«Desconecté de todo, de mi madre, de la guerra...»
Natural de Balmaseda, recuerda el día que tuvo que abandonar Euskadi «como si fuera ayer». «No se olvida nunca. Estábamos en guerra y separaban a los niños de su tierra», resume. José Henales tenía 9 años cuando su madre le envió a Rusia junto a su hermano mayor, de 11. Y si algo tiene claro es que él «nunca mandaría lejos a un hijo». «Sé que no fue algo bueno», opina. Preguntas como '¿por qué nos mandan fuera de casa?' o '¿por qué a mí?', han recorrido su mente durante mucho tiempo. Nunca olvidó su casa, aunque en los hogares infantiles rusos estuvieron «muy bien atendidos». «Los cuatro primeros años fueron los más felices de mi vida. Era pequeño y desconecté del todo. De la guerra, de mi madre, de mi abuela...», señala.
José volvió a ver a su madre, que había huido a Francia con otro de sus hermanos, en 1964, pero «no fue como esperaba». «Se supone que una madre es lo más grande porque es la que más te quiere, pero no sentí nada», admite. Henales prefiere recordar aquella experiencia «sin resentimiento, sin dolor», pero le resulta difícil. Nunca volvió a España. «No me ilusionaba porque nadie de mi familia me dijo que regresara. Uno siente que algo se perdió para siempre, aunque entonces eras un niño y no sabías hasta qué punto».

jueves, 2 de diciembre de 2010

Exposición “Winnipeg, el exilio circular” en el Museo de la Memoria La Tercera, 24/11/2010 - 30 Noviembre 2010

Exposición “Winnipeg, el exilio circular” en el Museo de la Memoria
La Tercera, 24/11/2010 - 30 Noviembre 2010

La muestra retrata el exilio republicano en Chile y Argentina mediante obras que constituyen acciones de memoria



Hasta el 12 de enero se estará presentando la exposición “Winnipeg, el exilio circular”, un relato sobre el exilio republicano en Chile y Argentina, y sobre el exilio chileno y argentino en Europa.

La muestra de los artistas chilenos Hernán Rivera, Andrea Wolf, Elisa Díaz; el grupo conformado por Pablo Hermansen, Marcos Chilet, Alejandro Durán y el equipo de producción de Plataforma Cultura Digital, exponen el concepto de exilio mediante obras que constituyen acciones de memoria.

Las obras, que protagonizan esta muestra, toman lo circular como una herramienta conceptual, material y simbólica. Los visitantes tendrán la oportunidad de interactuar utilizando interfaces análogas, mecánicas y digitales, compuestas por fotografías y videos de archivo, imágenes abstractas y sonidos.

La muestra fue construida a partir de materiales producidos por el Programa de Investigación Domeyko “Memorias, Historias y Derechos Humanos” de la Universidad de Chile, el Museo de Arte y Memoria de La Plata, Argentina y el Centro de Estudios de la Época Franquista y Democrática de la Universidad Autónoma de Barcelona.

La exposición es en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, de martes a domingo de 10.00 a 18.00 horas y su entrada es liberada.

http://www.latercera.com/noticia/cultura/2010/11/1453-309934-9-el-museo-de-la-memoria-expone-winnipeg-el-exilio-circular.shtml

México tierra por excelencia para españoles exiliados

Así lo explicó el poeta español Tomás Segovia, quien reconoció que en aquel entonces México se convirtió en el país por excelencia para los españoles que escapaban de la represión del dictador Francisco Franco.



Mar, 30/11/2010 - 20:47

Guadalajara.- Entre los años de 1936 a 1939 miles de españoles huyeron como consecuencia de la Guerra Civil española, por lo que muchos encontraron en México un segundo hogar.

Así lo explicó el poeta español Tomás Segovia, quien reconoció que en aquel entonces México se convirtió en el país por excelencia para los españoles que escapaban de la represión del dictador Francisco Franco.

“Para los exiliados españoles del 39’ México fue la tierra de acogida, hubo otros países, pero el lugar escogido por excelencia fue aquí”, explicó.

Durante la presentación del foro: “Desde allí hasta acá. México como la tierra acogida”, que se realizó en la Feria Internacional del Libro Guadalajara 2010, el español destacó el ejemplo que puso México ante el mundo al no reconocer a la Alemania Nazi de Hitler.

“A mi lo que me enseñó el exilió fue a tener mucha desconfianza del nacionalismo, me críe por el mundo y aprendí que el hombre es un animal mundial”, recordó.

Dijo durante su participación que muchos españoles, incluido él, pensaron que el exilio sería pasajero, que una vez terminada la Segunda Guerra Mundial todos volverían.

“Durante mucho tiempo pensamos que eso sería un exilio pasajero y no fue así, la asimilación fue lenta, fuimos perdiendo la esperanza y a medida que se iba perdiendo esa esperanza tuvimos que ir haciendo una vida en México”, comentó.

Asimismo, el escritor Jorge Volpi platicó su experiencia cuando estudió un doctorado Filología Hispánica en la Universidad de Salamanca, España, en la que encontró a muchos latinoamericanos y conoció la faceta cultural de esa región.

El autor de la novela “En busca de Klingsor” fue el representante de México para hablar de su experiencia como estudiante en el viejo continente, del cual, platicó, tiene muchas experiencias.

Con el foro: “Desde allí hasta acá. México como la tierra acogida” la FIL 2010 buscará encontrar más lazos que el idioma castellano, así como dar a conocer las redes que unen a ambos países.

Por ello, la junta de Castilla y León, región invitada este año, organizó esta mesa que se desarrollará hoy 18:30 horas y en la que participarán Juan Pedro Aparicio, José María Merino y Hernán Lara Zavala.
Carlos Gutiérrez

lunes, 29 de noviembre de 2010

Convertirán casa de Luis Buñuel en el Centro Hispano-Mexicano de Cine

Convertirán casa de Luis Buñuel en el Centro Hispano-Mexicano de Cine
El recinto servirá para que cineastas mexicanos y españoles tengan un punto de encuentro para que se conozcan y diseñen proyectos conjuntos, mencionó Manuel Alabart, embajador de España en México.


Foto: Tomada de pintegrado2.blogspot.comMéxico.- Manuel Alabart Fernández-Cavada, embajador de España en México, dio a conocer que la casa que habitó durante 30 años y en la que murió el cineasta aragonés Luis Buñuel, se convertirá en el Centro Hispano-Mexicano de Cinematografía.

El diplomático hizo el anuncio la víspera durante la entrega del premio que lleva el nombre del director de "Viridiana", en el marco del Festival Es.cine 2010, a los cineastas españoles Carlos Saura y Julio Medem, así como al actor mexicano Pedro Armendáriz, en la Casa de España en la capital del país.

"Como saben ustedes, hace cosa de dos meses el gobierno español adquirió la casa en la colonia Del Valle, por lo que el recinto servirá para que cineastas mexicanos y españoles tengan un punto de encuentro para que se conozcan, diseñen proyectos conjuntos y debatan sobre los problemas que atañen a nuestras cinematografías, bajo el manto protector de Luis Buñuel", agregó.

Posteriormente, comentó que cada año Es.cine entrega un reconocimiento a una personalidad mexicana y a otra española que hayan contribuido a la unión y a la colaboración entre ambas naciones.

De esta forma, señaló que en esta ocasión la distinción se otorgó al actor Pedro Armendáriz y al cineasta Julio Medem.

Asimismo, dijo que fue en 2008 cuando se decidió también concederlo a Carlos Saura, "quien, según muchos, es el gran heredero de Buñuel", pero que debido a compromisos no pudo viajar a México para recibirlo, y es hasta ahora cuando se le entregó.

Informó que el próximo 26 de noviembre se proyectará la película "Salomé", de Saura, quien estará presente para entablar un breve diálogo con los asistentes al Festival Es.cine 2010, por lo que invitó al público en general a no perdérselo.

Enrique Rubio, director de Es.cine, aclaró que cada año se ha entregado el galardón a dos personalidades, y que el hecho de otorgárselo en esta ocasión a Carlos Saura, fue porque se lo debían, pues fue uno de los primeros nominados, "ya se lo debíamos, pero hemos cumplido", dijo.

Manuel Alabart Fernández-Cavada comentó que han transcurrido 52 años desde que Saura estrenó "Cuenca" (1958), un documental, "y ‘Flamenco, Flamenco’ (2010), "pero todos tenemos en esa amplísima productividad nuestras películas favoritas como ‘Peppermint frappé’, que me impactó".

Subrayó que entre todas ellas hizo dos, "Tango" (1998) dedicada a Argentina, y "Fados" (2007), a Portugal, filmes que causaron conmoción, porque no dejó de ser, para argentinos y portugueses, "una pequeña osadía que un español incidiera en temas como el tango y el fado y lo vieron con recelo", señaló.

Añadió que a la fecha esas dos películas tienen enorme éxito y representan el valor y pilar de su cultura, y en los que se reflejan en el mundo gracias a esos filmes.

"Se me ha reprochado regularmente que no haya venido hace dos años, pero aquí estoy hoy y pueden ver el premio, gracias a quienes decidieron otorgármelo.

"Representa mucho para mí por ser precisamente el que lleva el nombre de Luis Buñuel, con quien me ligó una profunda amistad, y si es verdad que lo admiro como director, amigo todavía más", comentó Saura, mientras sostenía el galardón en sus manos que le entregó momentos antes el embajador de su país en México.

Marina Stavenhagen, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), dijo que era un gran honor estar rodeado de estos grandes cineastas y tomó con beneplácito el hecho de que cada vez se estrechan los lazos entre México y España.

Además, consideró un honor entregarle el Premio "Luis Buñuel" a Julio Medem, a uno de los autores y realizadores más emblemáticos de aquella nación en los años recientes.

"Este premio me ha traído aquí, ante ustedes. Ayer lo dije, con cierta vergüenza, los mexicanos ya conocen mis películas y yo todavía no conocía este país; mis filmes llevan ya 12 años y yo apenas tres días; entonces, insisto que he cometido el pecado de no haber venido antes."

Dijo que le encantó compartir el premio con dos grandes amigos, con Carlos, y con Pedro Armendáriz. "Es bonito que a mi trayectoria se me dé el Premio ‘Luis Buñuel’ que dedico a Ana, mi hija que esta aquí esta noche", comentó.

Pedro Armendáriz fue directo y emocionado Relató la anécdota sobre su primera intervención en una película del País Vasco en la que dijo que no entendía nada, pero que gracias a esa participación le dieron un premio como Mejor Actor.

"Esta noche quiero agradecer al embajador, a todos los amigos, a sus hijos a todos los presentes: es todo, buenas noches", dijo, mientras los gritos de los fotógrafos y camarógrafos le solicitaban posar con su galardón.

Por su parte, Aizpea Goenaga, del Instituto Etxepare, del País Vasco, la nación invitada al festival fílmico, agradeció la deferencia, sobre todo por la gran acogida que han tenido las producciones en esta ocasión.

"Realmente me siento emocionada, porque este es el primer acto que tiene que ver con el cine que hacemos fuera de nuestras fronteras, y esos momentos son los que se graban en el corazón", dijo.
Notimex

viernes, 10 de septiembre de 2010

POEMA A PADRE, SEPTIEMBRE 2009

POEMA A PADRE, SEPTIEMBRE 2009.
SE FUE EN EL AIRE FRÍO,
LA NOCHE DE MUERTE,
EN UN PÁRAMO CONTAMINADO
POR LA ANGUSTIA GENUINA DE SU MAR.
...
DE ISLA A PÁRAMO SUCIO,
CONTAMINACIÓN PULMONAR.
COLCHÓN ALCOHOLADO,
RIMANDO CON EXILIADO.

RESUENA, EN LO HONDO,
UN ESPESO HABLAR
DE “L” MENORQUINA,
REPLETA DE NOSTALGIA.

EXILIO EN LAGO, EXILIO EN TRÓPICO,
EXILIO EN PÁRAMO, EXILIO EN TODO.
PADRE DE LA DESOLACIÓN,
PADRE DE LA SOLEDAD,
PADRE DEL OSITO SOLO
EN CUARTO OSCURO DE BARRIADAS
SIN HABITAR.

Danielle.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

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Exposición “Toulouse, capital del exilio republicano español”
- 31 Agosto 2010 Robres (Los Monegros, Huesca), del 3 de septiembre al 9 de enero



La Comarca de Los Monegros y el Ayuntamiento de Toulouse presentan en el Centro de Interpretación, Documentación y Estudios de la Guerra Civil en Robres la exposición Toulouse, capital del exilio republicano español, un homenaje que la ciudad francesa quiere rendir a los millares de españoles que, desde 1939, se instalaron en ella. La exposición muestra, a través de diversos documentos, la aportación activa de los exiliados a Toulouse.

Entre el 28 de enero y el 9 de febrero de 1939, durante la Retirada, unos 470.000 refugiados españoles entran en territorio francés. En la primavera, cerca de 20.000 se concentran en Toulouse, ¡un 10% de la población de la ciudad! Después de 1945, se instalan definitivamente. Esta colonia activa, solidaria y militante, va a acuñar de modo indeleble su marca en la ciudad, que se convierte así en una verdadera capital del exilio republicano español. Desde las filas de los principales partidos y sindicatos que instalaron aquí sus sedes, dichos ciudadanos españoles desarrollaron labores de solidaridad y emprendieron actividades culturales y artísticas de calidad.

Setenta años después del inicio de este exilio, Toulouse, capital del exilio republicano español propone una evocación de la vida cotidiana y de las luchas de estos hombres y mujeres que han contribuido a enriquecer la ciudad.

Documentos originales procedentes de colecciones públicas y privadas permiten ilustrar esta vitalidad en un ámbito tan político como social y cultural.

Centro de Interpretación, Documentación y Estudios de la Guerra Civil



Pza. Zaragoza, s/n

22252 Robres (Huesca)

Teléfonos: 974 392 233 / 974 570 701

sábado, 28 de agosto de 2010

Luis Dorado presentación en el Tribunal de Estrasburgo

Una larga historia de derrota, exilio y olvido
Luis Dorado fue secuestrado, recluido y asesinado

Á.M. SEVILLA 18/06/2009 21:47 Actualizado: 18/06/2009 21:48



Luis Dorado Luque (Antequera, Málaga, 1898; Córdoba, 1936), casado con Josefa Ortiz Lara y padre de tres hijas, ganó un escaño de diputado por Málaga en las elecciones de febrero de 1936 en la lista del PSOE y era suplente de la Comisión de Pensiones del Congreso. Médico, nacido en una familia de tradición progresista, su asesinato en julio de 1936 precipitó a su familia a una historia de derrota, exilio y olvido.

Un escrito dirigido por Antonio Gutiérrez, uno de sus nietos, a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega en 2007 recorre, a partir de fuentes históricas, los últimos acontecimientos de su vida.
Si viuda, que nunca fue reconocida como tal en España, se exilió en Bélgica

La tarde del 17 de julio el Grupo Socialista decidió que Dorado se marchara a Málaga para conocer los movimientos rebeldes, relata en su carta Gutiérrez. En el tren Madrid-Córdoba-Málaga, que tomó en Atocha, viajaban también un militar y varios suboficiales de la Guardia Civil. Dorado fue secuestrado la mañana del 18 por estas fuerzas armadas junto a Antonio Acuña, también diputado, y un extranjero de identidad no aclarada.

En el calabozo de Córdoba compartió reclusión también durante diez días con los diputados Antonio Bujalance y Bautista Garce y el ex diputado y periodista Joaquín García-Hidalgo. El fallecimiento de este facilita la aclaración del destino de Dorado. El historiador Francisco Espinosa encontró su firma básica para que la familia retomara su investigación en un documento relacionado con el fallecimiento de García-Hidalgo en la mañana del 28, que atribuía su fin a "causa natural". El historiador Francisco Moreno sostiene que su muerte se debió a que García-Hidalgo, diabético, fue obligado a comer dulces. Dorado fue asesinado, supuestamente, en la madrugada entre el 29 y el 30 de julio.
Dispersión
Dorado se dirigía a Málaga a conocer los movimientos de los sublevados

Josefa Ortiz, su viuda, se marchó de España tras comprobar que el franquismo sobrevivía sin problemas a la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial y se exilió en Bélgica con pasaporte de la ONU. De sus tres hijas, una se quedó en este país europeo y otra emigró a Australia. "Tengo tres primas en Bélgica y una en Australia", cuenta Gutiérrez. Sólo su madre, Carmen Dorado, se casó en España y se quedó. Josefa Ortiz regresó en 1958 y jamás fue considerada viuda. Falleció en 1995 con 97 años.

Antes de morir, pidió a su nieto Antonio que le prometiera que no descansaría en la lucha por dar un entierro digno a su marido y responder a las incógnitas que planean sobre su asesinato. "Creo que, a día de hoy, mi abuela estaría orgullosa", dice Gutiérrez, de 57 años, que vive en Málaga.

viernes, 27 de agosto de 2010

Persecución contra la institución libre de enseñanza

Persecución contra la institución libre de enseñanza

Cándido Marquesán Millán

La mal llamada Guerra Civil española (1936-1939) es un tema inagotable de nuestra historia, que está produciendo una continúa y numerosa avalancha bibliográfica en diferentes idiomas: inglés, alemán, francés, ruso, chino, etc. Y es así porque sigue viva, tal como estamos comprobando por las tensiones generadas y no acabadas en amplios sectores de la sociedad española por el tema de la Memoria Histórica.

El que merezca tanto interés foráneo, se explica porque esta guerra no sólo es española, como fueron las guerras carlistas decimonónicas, es también una "guerra forastera", tal como señaló con buen criterio Juan Ramón Jiménez. En la misma línea se expresó Azaña al decirnos "que es una consecuencia de un clima de violencia transpirenaica, generado por la I Guerra Mundial y en el período de entreguerras". Lo que no deja de ser cierto, ya que ambos lados contendientes contaron con la ayuda foránea, por lo que Azaña de nuevo en su obra extraordinaria "La Velada de Benicarló"-debería ser leída por todo español que quiera conocer los entresijos de la guerra- escrita en 1937 con gran amargura nos dice "Una porción de españoles ha pedido y admitido la entrada de ejércitos extranjeros. Con tal de reventar a los demás compatriotas, entregan la Península a un conquistador. Fuera de España el caso no tiene parangón en la historia contemporánea."

Se ha estudiado mucho y bien, fuera y dentro este acontecimiento crucial de nuestra historia. Se han tocado diferentes aspectos: orígenes, desarrollo bélico,represión, pérdidas materiales y humanas, exilio, etc. Hay un aspecto al que quiero referirme en las líneas que siguen: la hecatombe cultural y científica en España a partir de 1939 como consecuencia de la guerra.

Juan Marichal, recientemente fallecido, ha calificado esos años anteriores a 1936 un nuevo "medio siglo de oro" para nuestra cultura; y José Carlos Mainer acuñó el término "la edad de plata" en su conocidísimo libro. Juicios ambos totalmente justificados. En esta autentica explosión cultural, que contrasta con el páramo cultural del período anterior y el posterior, tuvo mucho que ver la Institución Libre de Enseñanza, de inspiración krausista, creada en 1876 por Francisco Gíner de los Ríos, un proyecto educativo basado en la libertad de la ciencia, de investigación y de cátedra, que supuso una ruptura con la enseñanza dogmática entonces vigente controlada por las autoridades eclesiásticas; una educación para la libertad, neutral y aconfesional desde un punto de vista religioso.

Más la labor de la ILE no quedaba circunscrita al ámbito pedagógico, iba más lejos, ya que quería conseguir un nuevo tipo de hombre, con una nueva ética con el fin de llevar a cabo un profundo cambio social, tan necesario en la España de aquel entonces. De la ILE brotarían otras ramas. Así, la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas- para que profesores conocieran los avances europeos- cuya presidencia ocupó Ramón y Cajal, junto a José Castillejo; el Centro de Estudios Históricos, dirigido por Menéndez Pidal, y en el que figuraron Américo Castro, Sánchez Albornoz; la Residencia de Estudiantes que albergó a Buñuel, Dalí, Emilio Prados, etc, y por cuyas tribunas desfilaron Einstein, Valéry, Ravel, Russell y Freud.; el Instituto-Escuela, un centro de innovación y experimentación pedagógica; las Misiones Pedagógicas, idea de Manuel B. Cossío, a quien se debió la fundación del Museo Pedagógico, las colonias escolares, además de ser el impulsor de la creación del Ministerio de Instrucción Pública. Como también el impresionante impulso a la cultura y la educación en la II República fue de inspiración institucionista con la construcción de nuevas aulas, aumento de plantillas de maestros con sus correspondientes aumentos de salarios.. Podríamos además citar un numeroso grupo de escritores, científicos que estuvieron influidos por la ILE: Besteiro, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Azaña, Leopoldo Alas, García Morente, etc...

Toda esta encomiable labor se va a cortar de cuajo con la guerra civil. Muchos de estos vinculados con la ILE no tuvieron otra opción que la represión o el exilio, por lo que el daño a España fue irreparable. Un lugar de acogida fue la América, donde se hallaron en el ámbito propio de su idioma. De ahí que el profesor de la Universidad Nacional de México, el filósofo José Gaos, acuñara un neologismo para designar la afortunada condición del español en las Américas de su lengua: "transterrado", en lugar de "desterrado".

En la España franquista se acusó a la ILE de todos los males de la patria, culpabilizándolos del desencadenamiento de la guerra. Como botón de muestra puede servir el libro "La Institución Libre de Enseñanza", auspiciado por la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia publicado en 1940, donde se reúnen una serie de trabajos en parte inicialmente aparecidos en 1937 en El Noticiero de Zaragoza, escritos por personajes políticos de primera fila además de prestigiosos profesores o catedráticos de universidad, como eran: Fernando Martín-Sánchez Juliá, Miguel Artigas, Antonio de Gregorio Rocasolano, Miguel Allué Salvador, Miguel Sancho Izquierdo, Benjamín Temprano, Carlos Riba, Domingo Miral, José Talayero, Ángel González Palencia.. Entre ellos hay una notable presencia de nombres vinculados a la ciudad de Zaragoza, hecho al que no será ajena la circunstancia de que la Comisión para la Depuración del Personal Universitario -Comisión A-, creada por Decreto publicado en el BOE de 11 de noviembre de 1936, que fue presidida por Antonio de Gregorio Rocasolano y de la que fue secretario Ángel González Palencia, hubiera establecido con anterioridad su sede en esa ciudad). En esta obra se lanzan los ataques más viscerales y truculentos contra la obra de la ILE. En algunos momentos superan lo imaginable en cuanto a su crueldad. Por ello, nada tiene de extraño que González Palencia en el último capítulo del libro proponga arrasar la escuela de niños que la ILE tenía en la calle Martínez Campos de Madrid, sembrando de sal el solar y poner un cartel que recordase a las generaciones futuras la traición de los dueños de aquella casa para con la Patria inmortal.

Toda esta obra de persecución contra esa encomiable laboral cultural, ya la anunciaba Pablo Neruda, cónsul de Chile en Madrid desde 1935, que tras el golpe militar y la subsiguiente guerra escribió en 1937: Estoy convencido de que una ola fascista de persecuciones jamás vista en la historia del mundo, terminará con todo lo vital y creativo de España. A sangre y fuego terminarán con todo. Y así fue. El Nuevo Estado que surgió tras la guerra practicará desde el principio una política implacable de tierra quemada. Había que exterminar de raíz la planta del liberalismo, de la democracia, del socialismo, del nacionalismo y , por supuesto, de toda la cultura auspiciada por la ILE.

jueves, 8 de julio de 2010

De huidos de Franco a supervivientes de Trujillo
Público, 02/07/2010 - 4 Julio 2010 La República Dominicana conmemora el 70 aniversario de la llegada de los republicanos



DIEGO BARCALA MADRID

Cruzaron la frontera hacia Francia en 1939 huyendo del fascismo español. En los campos de concentración, se toparon con el colaboracionismo nazi de los franceses, que les obligó a huir por segunda vez en menos de un año. Con la esperanza intacta por volver pronto a su tierra, 4.000 españoles llegaron hace 70 años la República Dominicana. Allí los recibía con un abrazo inerte el dictador Rafael Leónidas Trujillo, que los acogió con la condición de que no se metieran en política. Prohibición imposible para los militantes republicanos, cuya contribución es todavía venerada en Santo Domingo. El presidente Leonel Fernández rindió este jueves homenaje al exilio español.

“A los inmigrantes económicos nos trataron de manera diferente. Éramos refugiados y el pueblo, a diferencia de Trujillo, sí que nos trató de una manera preferente, como todavía ocurre hoy”, recuerda desde Santo Domingo vía telefónica María Isidra Bernaldo de Quirós, de 87 años. Su padre, Constancio, fue uno de los juristas que redactó la Constitución republicana de 1931 y su hijo, Roberto Cassá, dirige actualmente el Archivo General de la Nación. “La conmemoración de la llegada de los republicanos se inscribe en el recuerdo que la Academia Dominicana de Historia ha emprendido para el conocimiento de las luchas contra la opresión”, explica solemne Cassá.

La esperanza por volver se fue diluyendo con el paso de los años. La permanencia del franquismo era bien visible en la Casa de España de Santo Domingo, donde los funcionarios colgaron carteles de “¡Viva Franco!”. “Salí de España con una idea clara de lo que estaba ocurriendo. Mi familia se trasladó de Madrid hacia Valencia gracias a que mi padre era íntimo amigo de Pablo Iglesias. Fuimos con el V Regimiento de Enrique Líster, con quien hice amistad. Gracias a él, adquirí la conciencia con la que influimos, sobre todo, en los obreros de aquí, a los que ayudamos en la huelga de los azucareros. Desde mi conciencia socialista, puse mi granito de arena”, recuerda María Isidra orgullosa, con el adquirido acento caribeño.

Su hijo Roberto difiere sobre el poder de influencia política de los exiliados y destaca más la relevancia cultural al fundar la Orquesta Sinfónica o la Escuela de Bellas Artes. “Aunque llegaron con la convicción de que no podían incursionar en la política del país, el hecho de que publicaran prensa partidaria, fuese anarquista, comunista, socialista o republicana, fue suficiente para un impacto extraordinario en un medio en que el discurso enervante del régimen copó todos los espacios del pensamiento político”, analiza Cassá.

Los casos de los vascos Jesús de Galíndez y José Almoina, ambos asesinados por el tirano, demuestran el alto precio que pagaron los españoles que trataron de influir en la dictadura de Trujillo. Galíndez, miembro del PNV, fue secuestrado en Nueva York, llevado a la República Dominicana y asesinado por los servicios secretos dominicanos en 1956, antes de que publicara una tesis sobre el dictador. José Almoina, menos conocido que el personaje inmortalizado por Manuel Vázquez Montalbán, fue asesinado en plena calle en México DF. Ambos conocieron las entrañas trujillistas y pagaron sus conspiraciones.

“Trujillo los acogió al comenzar la II Guerra Mundial para limpiar la imagen de su régimen ante EEUU. El Gobierno dominicano se había significado con muchos gestos en favor del régimen de Hitler. Siempre digo que la República Dominicana es el patio trasero de los americanos”, analiza el asesor del presidente del Gobierno, Félix Martínez de la Cruz. Este español, que lleva 15 años a caballo entre la República Dominicana y España, es asesor de Leonel Fernández en política exterior. Martínez de la Cruz es un veterano militante de IU que destaca el papel “conciliador” que Fernández juega en la geopolítica latinoamericana.

El recuerdo de los republicanos españoles impulsado por Fernández forma parte de un proceso de recuperación de memoria histórica de la sociedad dominicana. “No es un proceso similar al de España porque aquí, en 1961, tras la eliminación física del dictador, salieron todos los integrantes de su familia y nadie reivindicó de manera pública la herencia del régimen caído. Por ejemplo, a diferencia de España, todos los símbolos de la dictadura fueron barridos de inmediato”, compara Cassá.

Maltrato a los refugiados

Su madre, María Isidra, pasó décadas sin volver a España. “Sólo pude volver al final de los sesenta. Volví a Valsaín (Segovia) donde estaban los mismos árboles frondosos donde vi refugiarse a los franquistas de la aviación republicana en 1936. Llevaban un tren con presos entre los que estaba el hijo de Largo Caballero. Pidieron ayuda, pero nosotros no sabíamos que eran de los nuestros y no abrimos las puertas”, relata la hija de Bernaldo de Quirós. En su memoria permanece intacto el maltrato al que sometió el Gobierno francés a los refugiados. “Los senegaleses de la frontera nos quitaron todo. Yo iba con una cámara de fotos y me quedé con lo puesto. Pero el pueblo francés sí que nos trató bien, como el dominicano”, añade.

María Isidra se quedó en la República Dominicana, donde rehizo su vida. Miles de sus compañeros que tuvieron la suerte de conseguir un pasaje en uno de los barcos fletados por Trujillo tuvieron que huir del yugo del tirano a México. Este jueves recibieron el agradecimiento oficial de su país de acogida. El senador Iñaki Anasagasti; el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, el europarlamentario Willy Meyer, y el poeta comunista Marcos
as “España no ha cambiado, sufre desmemoria histórica”
“No se podrá reparar la memoria de los exiliados, mientras los españolitos de a pie estén de acuerdo en olvidar”, advierte.
"En España, desde la época de Carlos I, cada vez que la izquierda levanta la cabeza, se la cortan"
08.07.2010 · Majo Siscar · (México) “Vienes a verme porque soy el único que queda” exclama con sorna y se ríe. Federico Álvarez Arregui me recibe en su austero despacho del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Este vasco es de los pocos exiliados republicanos que siguen vivos y en activo en México. Desde este ajustado despacho, de unos 15 metros cuadrados y que comparte con su asistente, dirige desde hace 8 años, la revista Literatura Mexicana, una publicación académica sobre filosofía y las letras en lengua castellana. Es su trinchera particular, desde donde, pese a sus 83 años, sigue aportando al acervo cultural local. Pertenece a esa generación de intelectuales españoles que perdió nuestro país a causa de la Guerra Civil y la dictadura franquista y que en cambio, con su esfuerzo, engrandecieron la cultura mexicana y siguen haciéndolo, aunque son cada vez menos, entre ellos Álvarez Arregui, quien después de la risa, prosigue su primera frase: “no es cierto, quedan algunos más pero ya estan enfermos o muy mayores, con lo cual yo me convierto en bateador emergente”, agrega haciendo un símil con el béisbol que me recuerda sus primeros años de exilio en Cuba.


Álvarez Arregui es de los pocos intelectuales exiliados que siguen en activo en México. M.S.

El hijo del fundador de Izquierda Republicana en Guipuzcoa llegó en 1940 a la Habana a reencontrarse con sus padres después de 4 años de no verlos, pues ellos se habían quedado en Madrid después de la toma de San Sebastián por el bando nacional, y ya en la derrota cruzaron la frontera a Francia donde sufrieron los campos de concentración y finalmente pudieron salir a Cuba. Cuando Álvarez desembarcó solito del Magallanes, tenía 13 años y en la mochila traía 4 años de vivir en territorio franquista, rezar cada noche el rosario con su abuela e ir a la escuela de los Marianistas. Con este equipaje la isla le sorprendió por su luminosidad, su sol, su música, su diversidad racial y su exuberancia. “Soy un exiliado particular porque mi llegada a Cuba fue de una felicidad infinita”, asevera y se le ilumina la cara recordando el colorido cubano.

Allí pasó 7 años trascendentales de su vida, hasta los 20, y asegura que “Cuba nos integró, por lo menos a mi generación pues el pueblo cubano era enteramente antifranquista, entonces nosotros los exiliados, éramos los buenos”. Con esta disposición, estudió el bachillerato e ingresó en la carrera de ingeniería. Allí militó en los movimientos estudiantiles de izquierda radical, y bebió del caldo de lo que pocos años después sería la revolución.

Sin embargo, Cuba no integró a los intelectuales exiliados en sus estructuras culturales como hizo México. En las universidades había cuotas para profesores extranjeros y muy pocos españoles tuvieron cabida. Por eso a sus 20 años, toda la família se mudó a México, donde empezó a relacionarse con la flor y nata de la intelectualidad republicana. Esas relaciones le devolvieron su españolidad pues Federico en ese momento ya se sentía un joven latinoamericano. “Cuando llegué a México no sentí ninguna estrañeza cultural, social o política y al igual que el resto de mi generación de exiliados, que no la de nuestros padres, participé totalmente en la vida política de México. Participaba en las movilizaciones de los ferroviarios, de los mineros, de los estudiantes… Eso sí, en las manifestaciones del 1 de mayo marchábamos en el contingente de la República”


Cena en casa del editor Joaquín Diez-Canedo en 1963, el de la esquina derecha es el joven Federico Álvarez. (Ricardo Salazar/ Fototeca CNL-INBA)
Y es que los exiliados mantuvieron la llama de la democracia encendida desde la distancia. Y México fue uno de sus principales bastiones. Álvarez Arregui recuerda como en 1945, se reconstituyó la II República en la Sala de Cabildos, en la sede del gobierno del Distrito Federal, la residencia de los Virreyes en el periodo colonial. “Durante 24 horas, aquel hemiciclo fue España”, espeta con un repentino brillo en los ojos y continúa, “vinieron diputados de todos lados, exiliados en París, en Argentina, y se reunieron las Cortes por primera vez desde el 39, José Giral fue electo presidente, fue el único que recogió el variopinto sentir de los exiliados”.

Los exiliados no eran una masa uniforme. Por encima de las diferencias sociales y económicas, prevalecían las diferencias políticas que existían en la República y que se acentuaron en la Guerra Civil. Sin embargo, a todos les unía el sueño republicano y la nostalgia de la patria perdida.

“El exilio es un destierro, te fuiste y perdiste la tierra, porque sabes que no puedes regresar, al menos por un tiempo largo. La mayoría de los exiliados teníamos esa sensación permanente de destierro, una desazón que nos acompañaba siempre, y que de repente, se volvía hacía dentro y sentías como angustia de no poder volver a España”, recuerda con los ojos empañados de agua. Y continúa “saber, por ejemplo, que tus abuelos se están muriendo y no puedes ir a verlos…” Es el único momento de la entrevista en que, a este enérgico hombre de 83 años, se le enturbian los ojos, porque, de carácter afable y jovial, recuerda con alegría el peregrinaje vital que le ocasionó el exilio, y de hecho reconoce que ahora ya no vuelve porque ya no quiere. “Yo soy tricéfalo, soy mexicano, cubano y vasco”, confiesa. Y se explica: “este es mi país, aquí vivo, aquí trabajo, aquí me dan premios…”.

Sin embargo hay algo dentro de él que se resiste a serlo del todo. Pese a haber vivido más de 40 años en México sigue conservando, casi intacto, el acento vasco, y mantiene sus relaciones con sus compatriotas ibéricos.

De hecho, un telefonazo interrumpe la conversación. Es Joaquin Díez Canedo, quién ha continuado la gran labor editorial que hizo su homónimo padre primero en la editorial Joaquín Moritz y en el Fondo Económico de Cultura, publicando tanto a los exiliados españoles como a los grandes escritores mexicanos, incluso antes de que se les reconociera. Le habla para comentarle que ha recibido el último manuscrito de otro exiliado, el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez. Álvarez Arregui ya conoce de su existencia.


Los intelectuales españoles han mantenido una relación muy estrecha entre ellos que aún se mantiene. M.S.
“Hemos sido como una gran família”, me cuenta. De hecho Álvarez Arregui se casó con Elena Aub, la hija de Max Aub, y uno de los testigos fue Juan Rejano, por no nombrar a todos los intelectuales que estaban invitados a la boda. Al igual que la mayoría de exiliados políticos, la pareja se involucró en la lucha antifranquista. A finales de los 50, participaron en el Movimiento Español (ME/59), con la idea de llenar el exilio de contenido ideológico y organizarse con la resistencia contra el régimen del interior del país.

Cuando ya veían acercarse la caída del dictador, conformaron, junto a otros intelectuales y líderes de izquierda, la Junta Democrática que pretendía movilizar unitariamente a la oposición antifranquista, con un programa político rupturista que abogaba por una consulta ciudadana para volver a la República. Un proyecto que se frustró con la transición, que Álvarez Arregui califica de “vergüenza”. “La transición nos permitió llenar las calles de banderas rojas, ver pornografía e ir a unas elecciones donde acabó ganando la derecha”, apostilla, y continúa: “los pactos de la Moncloa son un pacto de olvido. Se prohibió hablar del exilio y de la guerra, esa fue la tercera y última derrota de los exiliados”.

Y asegura que el exilio fue una derrota permanente, que empezó con el destierro, pero que tuvo su segundo golpe en el 1955 cuando la comunidad internacional levanta el aislamiento al gobierno franquista y lo acepta en el seno de las Naciones Unidas, y por lo tanto, desconoce el gobierno republicano que tenía sede en París y embajada en México. Sólo este último país y Yugoslavia, con Tito a la cabeza, mantendrán el apoyo al gobierno del exilio hasta la transición.

Álvarez Arregui se enerva al hablar de la transición, y aunque fue entonces cuando pudo y quiso volver al Estado español, los 10 años pasados en Madrid, entre el 1971 y el 1981, le decepcionaron. Ahora, va de visita una vez al año, a ver a sus hijos y a Congresos, pero asegura que se regresa tan pronto puede.

“No lo aguanto, cada vez que voy es un golpe, la última vez que estuve en Madrid, estaba sentado en un café y en la mesa de al lado un señor le decía a otro: -Hay que matarlos a todos, y yo digo ¿a quiénes? Antes era a los rojos y ahora es a los ecuatorianos o a los marroquíes. España no ha cambiado, sufre desmemoria histórica”, afirma y empezamos a hablar de la situación política actual.

“Este pobre (José Luís Rodríguez) Zapatero que intentó al principio hacer una política de izquierdas, al final ha tenido que hacer una política de derechas y el Partido Popular todavía está en contra, la derecho española es algo impar, como ella no hay nada. En Europa hay muchos gobiernos de derechas pero el Partido Popular representa la vieja derecha, la historia española, la eterna derrota de la izquierda.

-¿Qué diferencia ve entre el PP y la derecha europea?

La derecha europea es anti fascista. En Alemania está prohibido el partido nazi, pero en España la Falange Española se sigue presentando a las elecciones, en Francia está prohibido llevar una esvástica, en Italia colgaron de los pies a Musolini, en España Franco descansa en un sagrario. Además el poder de la iglesia y del ejército son enormes y no han tenido un saneamiento. En Francia, Alemania o Italia ha habido una desnazificación pero en España los que torturaron a Grimau o a Simón Sanchez Montero, pasean por la calle. Ahí está la diferencia con Europa”.


Álvarez Arregui regresó a España en 1971 con la intención de participar en la refundación del estado después de la caída de Franco. Tal fue su decepción que en 1982 regresó definitivamente a México. M.S.

Es inevitable preguntarle por la suspensión de Baltasar Garzón como juez de la Audiencia Nacional después que iniciase tres procesos sobre las víctimas de la Guerra Civil la dictadura.

“Lo que le ha pasado a Garzón es un ejemplo singular de lo que estoy diciendo. Un recurso de Falange Española, que debe tener un uno o dos por cien de los votos, es capaz de hundir a un juez como este. En cada pueblo hay una fosa común donde estan los abuelos de muchos de los que ahí viven, y la Justicia prohibe que se abran esas fosas, no permite que se reconozcan a los muertos y que sus familiares les den sepultura”.

Esta frustración le provoca un sentimiento agridulce versus España. Por un lado recuerda con nostalgia las playas de Donosti donde jugaba de niño, por otro se enfurece con el olvido de los españoles hacia toda la barbarie que implicó el franquismo.

“No puedo volver a soportar la bandera franquista, un rey, todo lo que representa la existencia del Valle de los Caídos, y encima ver que a millones de españoles no les importa hacerlo,… Esa falta de memoria me desespañolizó y ya solamente me queda la patria chica, Guipúzcoa”.

Hablamos de la ley de Memoria Histórica. Le parece una buena iniciativa, aunque tibia y tardía. “No se podrá reparar la memoria de los exiliados, mientras los españolitos de a pie estén de acuerdo en olvidar”, reitera. “Hay algunas iniciativas positivas, exposiciones, trabajo de recuperación histórica, pero no calan en una sociedad a la que se le cercenó la izquierda, en el exilio, en prisión o bajo tierra. En España cada vez que la izquierda levanta la cabeza, se la cortan. Ya lo hizo Carlos I con los comuneros de Castilla y desde entonces, hasta ahora sigue sucediendo. España es inasequible al desaliento”, concluye.

martes, 6 de julio de 2010

EL PAIS.COM Se encuentra documentación inédita de Niceto Alcalá Zamora

EL PAIS . COM Cosas del destino. La sublevación militar del 18 de julio de 1936 le pilló a Niceto Alcalá-Zamora camino del Polo Norte. El hombre que hasta abril de ese año ocupara la presidencia de la Segunda República, se había decidido a realizar un viejo sueño: ir al Ártico con su familia. No llegó a cumplirlo. Se quedó en París, donde le concedieron asilo político. Regresar a España le hubiera costado, probablemente, la vida, porque Alcalá-Zamora (Priego de Córdoba 1877-Buenos Aires 1949) había conseguido ser casi tan odiado por las fuerzas del Frente Popular, cuyo Gobierno le depuso nada más tomar el poder, como por los sublevados. Pero si el ex presidente y prestigioso jurista salvó la vida, no consiguió salvar los documentos que había ido acumulando para preparar sus memorias. Guardados en el banco Crédit Lyonnais de Madrid, sus papeles volaron junto al dinero y las alhajas de la familia, nada más estallar el conflicto. "Las cajas fueron saqueadas, se supone que por orden de la junta de orden público de Madrid, aunque hay una cierta nebulosa sobre ese punto", dice Julio Gil Pecharromán, profesor de Historia de la UNED y autor del libro Niceto Alcalá-Zamora. Un liberal en la encrucijada.


Un matrimonio de Valencia actúa como propietario y lleva tiempo intentando vender el material

¿Qué conservaba el político cordobés, testigo de tantas cosas como presidente de una Segunda República ahogada por la violencia pocos años después de nacer? Todo lo que se conocía de este material eran los extractos de su dietario, publicados en 1937, en Valencia, en una revista dirigida por camaradas de Santiago Carrillo. "Pero aquellos extractos fueron manipulados", dice Pecharromán. "El propio Carrillo en sus memorias lo reconoce". Este historiador cree que a Alcalá-Zamora le perdió su posición centrista en una España de extremismos furibundos. "Era una especie de Adolfo Suárez de la época, pero al contrario que en caso de Suárez su proyecto fracasó". Alcalá-Zamora se consideraba a sí mismo un representante de la tercera España. Un centrista ajeno a los excesos de izquierda y derecha. Católico a ultranza, terrateniente y liberal, uno de sus seis hijos, José, moriría defendiendo a la República, mientras otros dos, Niceto y Teresa, le emparentarían respectivamente con el general Queipo de Llano, uno de los protagonistas de la sublevación, y con el coronel de la Guardia Civil José Navarro, también del bando nacional.

Alcalá-Zamora murió en Buenos Aires, segunda y definitiva escala de su exilio, y sus papeles quedaron en el olvido. Pero en diciembre de 2008, inesperadamente, la Guardia Civil los recuperó. Un matrimonio de Valencia, Aurora Lara y Mariano Soria Giner, de los que se sabe poco, actuando como dueños efectivos, llevaba tiempo intentando vender el material. Primero, al Patronato Municipal Alcalá-Zamora, creado en Priego en 1993. "Nos llegaron por correo electrónico varios PDF con documentos. Una modificación del testamento, la factura del entierro de su suegra, y una carta de Unamuno. Nos pedían 90.000 euros". Lo cuenta Francisco Durán, director del patronato. Luego hicieron la oferta al historiador César Vidal. Vidal, en contacto con los herederos de Alcalá-Zamora, que habían intentado en vano recuperar los documentos desde finales de los años noventa, envía a un historiador amigo a la cita, Jorge Fernández-Coppel, y a la Guardia Civil, que incauta el material.

¿Quiénes son los Soria Giner? ¿Cómo llegaron hasta ellos los papeles del ex jefe del Estado? Una pareja anónima hasta ese momento. Se sabe que han tenido negocios hoteleros y que son aficionados al golf. La mujer, Aurora Lara, declaró al diario Público hace semanas que los documentos estaban en poder de su suegro desde 1941. Al morir este, en 1978, ellos los heredaron. ¿Qué relación tenía su suegro con los que saquearon las cajas de seguridad del banco Crédit Lyonnais, en el Madrid republicano? Lara declinó responder a este periódico. "Hablaremos cuando llegue el momento", declaró.

José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano, historiador y portavoz de los seis nietos del político, cinco de los cuales viven en España, se muestra dolido con la actitud de la familia con los documentos. "Incluso querían venderlos a una editorial. Mi abuelo era un demócrata, con una ética acrisolada que vivió en el exilio de lo que ganaba escribiendo artículos". Convencida de sus derechos, la familia Alcalá-Zamora recurrió a la justicia para encontrarse con que un juzgado de Valencia dictaminaba en 2009 que el robo de estos documentos como caso jurídico ha prescrito. "Pero nos asisten razones morales", se lamenta José Alcalá-Zamora.

El examen del material por los expertos de Cultura ha concluido, pero no las negociaciones con los Soria, dueños de los papeles por usucapión [adquisición por uso]. Con el consiguiente retraso en el envío de la documentación al archivo de Salamanca donde podrá ser consultada. Aunque solo la familia Soria (y los expertos de Cultura) conoce el contenido de estos papeles, se han desatado rumores sobre su supuesto carácter explosivo. Se habla de que incluyen actas de las elecciones que ganó el Frente Popular y documentos de la sublevación de Asturias de 1934. Durán, director del Patronato Alcalá-Zamora, se queja de que se prolongue tanto la situación. "Lo ideal sería que cualquier investigador tuviera ya acceso a ese material, aunque sea a una copia", dice.

Rogelio Blanco, director general del Libro Archivos y Bibliotecas, se declara también interesado en que la situación se desbloquee "y yo pueda abandonar el incómodo papel de guardián de esta documentación". Gil Pecharromán no cree que contenga nada explosivo, pero está deseando poder consultarla. "Los dietarios pueden ser muy útiles porque ofrecerán una visión contrastada de acontecimientos importantes que vivió directamente Alcalá-Zamora. Sus memorias (publicadas en España en 1977) están escritas echando mano de los recuerdos, años después, en frío, con la experiencia del exilio, y su valor es muy inferior. Como todas las memorias, parecen más bien una justificación".

martes, 1 de junio de 2010

Exiliados, víctimas del olvido

Etiquetas: Lugo, gente, Vázquez Gayoso, Ángel Díaz, José Almoina, emigración

30/05/2010 - Arsenio Coto / El Progreso (Lugo)

MERECEN que se escriba alguna línea más sobre ellos en la historia de la Galicia del siglo XX. No sólo no han recibido el reconocimiento debido, sino que en su tierra natal, distanciada por un océano y por una frágil memoria, prácticamente son unos desconocidos. El suyo fue un viaje al exilio sin retorno. No sólo quedó en el anonimato la persona, como le sucedió a miles de represaliados, sino también la obra. Son intelectuales, profesionales liberales… que formaron parte de ese destierro obligado a raíz de la defensa de aquello en lo que creían.

Un ejemplo de ese ostracismo histórico es Jesús Vázquez Gayoso, especialista en derecho indiano que vino al mundo en 1909 en A Pontenova. En su época de universitario en Madrid participó activamente en política y cuando estalló la guerra intervino como miliciano en el frente. Su exilio pasó por Francia, Cuba y y Panamá, país en el que fue decano de la Facultad de Derecho durante dos años, hasta que a fi nales de 1944 se asentó en Venezuela.

En ese país fue cónsul desde 1945, cuando el ejecutivo rompía relaciones diplomáticas con la dictadura franquista y reconocía al gobierno de la República en el exilio como el legítimo de España, hasta que las retomó casi cuatro años después.

"Foi a táboa de salvación de centos de exiliados e inmigrantes irregulares españois. Gracias a él puideron ter residencia legal", destaca el escritor e investigador Xurxo Martínez Crespo. A fi nales de la década de los 40 existían en ese país latinoamericano campos de internamiento para los inmigrantes que arribaban sin papeles, que después eran deportados.

Vázquez Gayoso consiguió visados para que cientos de compatriotas pudiesen quedarse. El riesgo de repatriación era una inquietante amenaza para esos represaliados que se jugaban la vida si tenían que volver a la tierra de la que habían huido.

La repulsa del ejecutivo venezolano a la dictadura franquista y la presencia de Vázquez Gayoso ejercieron una especie de efecto llamada. Se produjo, según Martínez Campo, una llegada "masiva de barcos con inmigrantes clandestinos", sobre todo vascos, gallegos y canarios. "Pasaban un ou dous meses en alta mar", como asegura, para realizar 5.000 kilómetros de singladura.

Vázquez Gayoso promovió además entre los centros españoles en Caracas la creación de una institución benéfica común que acogiese a los exiliados y tuvo una prolífica actividad articulista en los principales periódicos de la época.

Dejó el país tras el golpe de Estado a Rómulo Gallegos. Se trasladó a México, en donde fue ministro del gobierno de la República en el exilio y en donde falleció en 1970.

Médico investigador
Otro represaliado lucense que tuvo su protagonismo en el exilio, pero del que no se ha hecho eco su tierra, es el facultativo Ángel Díaz Vázquez, nacido en Ribadeo en 1912, que fue "o pai da investigación das enfermidades endémicas do Trópico" en Venezuela, según afirma Martínez Crespo.

Ángel Díaz se licenció en 1936 en la Universidad de Madrid. Ejerció como militar médico al servicio de la República durante la guerra civil. Cuando ésta concluyó se exilió en Venezuela, en donde coincidió con Vázquez Gayoso.

Sus primeros pasos ya se encaminaron hacia la investigación. Se encontró con que la mayoría de los médicos ejercían en las urbes. El rural estaba desatendido. Ángel Díaz, que fue uno de los fundadores del republicano Lar Gallego, fue de destino en destino a lo largo del país hasta que en 1957 fue trasladado a Caracas, en donde durante cinco años fue coordinador del
Instituto de Medicina Tropical.

Díaz, que dio acomodo en Venezuela a sus ocho hermanos, que se habían quedado en Ribadeo, realizó más de una treintena de trabajos que fueron publicados en ese país sudamericano y en Estados Unidos. Fue miembro en la prestigiosa Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene de Londres. El congreso venezolano le otorgó las órdenes de Francisco de Miranda y de Andrés Bello. En 1985 falleció a los 73 años en Maracay.

Novelado
"Olvidas que esas pendejadas no las escribiste tú, que no sabes escribir tu nombre sin faltas gramaticales, sino el gallego traidor de José Almoina, pagado por mí. ¿No sabes lo que dice la gente? Que las iniciales de Falsa Amistad, F y A, quieren decir: Fue Almoina".

Éste es un párrafo de la novela de Mario Vargas Llosa ‘La fiesta del chivo’. El dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo mantiene una conversación con su esposa. El aludido, José Almoina, es un lucense exiliado que llegó a ser secretario particular del déspota
caribeño.

La figura de Almoina ha sido recuperada sólo en parte gracias a dos recientes biografías, una publicada al otro lado del charco, obra del profesor e investigador de la Universidad de Michoacán (México) Salvador Morales Pérez, y otra a éste, escrita por Xurxo Martínez Crespo.

"Almoina es una figura que prestigia Galicia y ésta tiene una deuda con él", considera Salvador Morales.

El intelectual lucense, que a mediados de los años 40 llegó a ocupar una oficina en el palacio presidencial de Trujillo, fue abatido a tiros por dos sicarios en mayo de 1960 en México por encargo de John Abess García, la mano siniestra del tirano.

Su sentencia de muerte fue combatir con la pluma una de las dictaduras más sangrientas de Latinoamérica, a la que se atribuyen más de 30.000 asesinatos en tres décadas. Su verdugo no le perdonó que publicara la obra ‘Una satrapía en el Caribe’. De nada le sirvió que lo hiciera bajo el seudónimo de Gregorio Bustamente.

Almoina nació en 1903 en la antigua calle Castelar de Lugo, actualmente Rúa do Teatro. Se licenció en filosofía y letras en la Universidad de Santiago de Compostela. Era políglota, hablaba ocho idiomas, masón y militante del PSOE. Huyó a Francia tras el golpe de Estado de 1936. Manuel Azaña lo nombró vicecónsul en Toulouse.

Al concluir la guerra civil española marchó a la República Dominicana. Fue uno de los pocos países que acogieron a refugiados españoles, unos 4.000 en aquella época. En ese país fue primero tutor del hijo mayor del tirano, Ramfis, y después su secretario particular durante dos años, tras lo que huyó a México.

El protagonismo de José Almoina se vio solapado por otra víctima de Trujillo, el destacado nacionalista vasco Jesús de Galíndez, con el que coincidió en el exilio caribeño.

‘Nomes e Voces’: Más de 14.000 represaliados
Una de las contadas bases de datos de víctimas gallegas de la guerra civil a la que se puede recurrir hoy en día es la del proyecto de investigación ‘Nomes e Voces’, que alberga 14.386 represaliados, tras el golpe de Estado de julio de 1936. Ésta es una cifra orientativa. Está en permanente actualización. Recoge, sobre todo, los casos de ajusticiados y encarcelados en Galicia, aunque también aparecen personas sancionadas económicamente por sus convicciones.Este grupo de investigación está dirigido por el catedrático de Historia Contemporánea, Lourenzo Fernández Prieto. Sus principales fuentes de información son las causas militares y los registros civiles de defunción.

Fuera de Galicia
Entre los represaliados que recoge la base de datos de ‘Nomes e Voces’ fi guran 114 muertos en el extranjero, en campos de exterminio nazi, y otros 183 en prisiones del resto de España, como en la masiva fuga del fuerte de San Cristóbal (Navarra), en la que una cuarta parte de los207 abatidos a tiros era de Galicia.

sábado, 22 de mayo de 2010

Campaña en contra de la pérdida del derecho al voto por parte de los inmigrantes españoles en la Argentina

PALABRAS PREVIAS A LA ENTREGA DEL DOCUMENTO:

Los ciudadanos españoles residentes en la Argentina queremos manifestar nuestro repudio al dictamen formulado por una subcomisión del Congreso de los Diputados, en Madrid, que proyecta despojar de sus derechos cívicos a los españoles residentes en el exterior.
Como lo vienen haciendo 1.700.000 ciudadanos españoles radicados en decenas de pases, hoy nos convocamos en defensa de nuestro derecho a votar, para evitar que nos reduzcan a la condición de ciudadanos de segunda, violando la Constitución y el Estatuto de la Ciudadana Española en el Exterior.
La Constitución Española en su artículo 68//5 consagra que Son electores y elegibles todos los españoles que estén en pleno uso de sus derechos políticos.
La Ley reconocer y el Estado facilitar el ejercicio del derecho de sufragio a los españoles que se encuentren fuera del territorio de España. Pero el dictamen, en lugar de facilitar el ejercicio de ese derecho, lo pisotea y hace del residente en el exterior un proscripto político.
Dice el Estatuto de la Ciudadana Española en el Exterior en su artículo 4//1 Los españoles que residen en el exterior tienen derecho a ser electores y elegibles, en todos y cada uno de los comicios, en las mismas condiciones que la ciudadana residente en el Estado español, en los términos previstos en la normativa de aplicación.
De estas normas surge claramente una firme determinación de preservar, facilitar y perfeccionar el voto de los españoles en el exterior, todo lo contrario a lo que hoy apuntan algunos diputados españoles de los partidos mayoritarios.
Este es un acuerdo de todos los partidos que conforman la referida comisión, y por tanto, todos los partidos que no manifiesten publica y contundentemente su rechazo a este proyecto serán responsables de nuestra perdida de derechos y se habrán olvidado de nosotros, a los que en poca de elecciones nos llaman lo mas importante que tiene España en el mundo , nuestros hermanos , nuestra obligación , pero hoy ni siquiera quieren llamarnos compatriotas . Declararemos personas no gratas a nivel mundial a todos los legisladores y/o autoridades que impulsen el dictamen proscriptivo.

En este acto estamos entregando a nuestra Embajada una carta, dirigida al presidente del gobierno español con copia a su majestad el Rey, para que como máximos representantes del pueblo español, intercedan en defensa de nuestros derechos y no consientan que se divida a los españoles en categorías discriminatorias.


DOCUMENTO ENTREGADO A LAS AUTORIDADES DE LA EMBAJADA

El texto de la carta reza lo siguiente:



Buenos Aires, 15 de mayo de 2010


Señor
Jefe de Gobierno del Reino de España
Don Jos Luis Rodríguez Zapatero
Presente

sábado, 24 de abril de 2010

HACER MEMORIA:" LA MEMORIA, EL RECUERDO, NOS ENRIQUECE. EL OLVIDO NOS EMPOBRECE.

HACER MEMORIA:" LA MEMORIA, EL RECUERDO, NOS ENRIQUECE. EL OLVIDO NOS EMPOBRECE.

La memoria, el recuerdo, nos hace grandes: el olvido nos empequeñece.
Cuando se cuenta el pasado no se lo revive, se lo reconstruye. Lo cual no quiere decir que se lo invente. No es una mentira. Por el contrario, incluso para elaborar un relato se utilizan elementos del pasado. Pero no todo se vuelve un acontecimiento de vida. Sólo se memoriza aquello a lo cual hemos sido sensibles.

Decir las cosas es vivirlas una vez más pero de otra manera. Es revivir una emoción atribuida a un acontecimiento aunque ya no sea el mismo que se sintió en el momento que se produjo, puesto que hay que evocarla y retocarla para comunicársela a alguien, para compartirla con un oyente o un lector.
Decir nuestra propia historia nos crea un sentimiento de nosotros mismos coherente.
La historización es un proceso de cura, que es necesario para la construcción de toda identidad individual o colectiva.
El olvido nos sumerge en un eterno presente. La memoria es tiempo...nos da el tiempo, nos permite conectarnos con el pasado y por ende nos permite proyectarnos hacia el futuro.
El olvido es muerte, la memoria es vida.

Memoria, olvido, fenómenos casi mágicos y enigmáticos estudiados por el psicoanálisis.
Se olvida lo que tiene algo de impactante para el yo, de tal modo que éste se defiende de ese contenido "peligroso", lo reprime por amenazante...Pero lo olvidado retorna. Lo reprimido retorna y repite.
Memoria, recuerdo que nos devuelve el pasado.
No tenemos acceso a la memoria como tal sino a los recuerdos, y esos recuerdos están permanentemente sometidos a reelaboraciones, siempre son fuentes construidas en el presente, mediadas por las ideologías y las presiones sociales del presente. Para algunos el recuerdo es una herida abierta, recordar es una experiencia de dolor permanente. Sin embargo, se da la particularidad de que ciertas memorias deben ser recuperadas para que determinados hechos no vuelvan a repetirse: tienen un valor de enseñanza. Nuestro país se ha caracterizado por imponer activas políticas de olvido... Sabemos que las sociedades no pueden vivir recordando todo, pero, si perdemos nuestra memoria, perdemos nuestra identidad.

Si no recuperamos nuestra historia, no sólo quedamos definitivamente huérfanos, sino que privamos de futuro a las generaciones jóvenes.
Desde esta perspectiva tal vez la tarea de los intelectuales consista en la recomposición de las vías para evitar que el malestar sobrante que acompaña el sufrimiento que hemos denominado "dolor país" devore su pensamiento, e la posibilidad de instrumentar nuevas preguntas con respecto a la historia pero sin que la nostalgia por el pasado o el presente inunde las posibilidades creativas". (1)

LA ARGENTINA COMO MODELO A IMITAR.
Gracias al avance en la lucha por los derechos humanos y los reconocimientos internacionales respecto a su violación en nuestro país en la década del 70 como a las últimas decisiones judiciales, con la derogación de las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida, el Estado Español nos observa y espero que algún día aprenda de nosotros. Para demostrar que "EL SOL SALE POR EL OESTE".

Archivos y exiliados

http://www.melancronicam.tk/



Carta de una hija de exiliado salmantino en Argentina.
ARCHIVOS Y EXILIADOS


Los descendientes de exiliados víctimas del franquismo, así como aquellos que todavía han sobrevivido a la Guerra Civil Española y que habitan en el país de acogida, alejados del de su nacimiento , deberían ejercer al derecho humano de acceder a la información, una forma de obtener íntegramente a la totalidad de nuestra memoria escrita, a saber la verdad y a conocer los responsables de los crímenes de lesa humanidad, complementando así la historia oral.

En este momento es el pueblo catalán el que reclama la devolución de sus documentos, seguramente otras comunidades solicitarán esta medida ya que el archivo de Salamanca se creó con el incautamiento de documentación durante la guerra y la postguerra. Su utilización originó la represión más cruel que se ha visto jamás en la historia.

No solamente fueron fusiladas personas, seres humanos , en los años de la guerra sino en la postguerra, ordenando a nuestros republicanos a trabajar en batallones de trabajo , sufriendo años de cárcel por el delito de “auxilio a la rebelión” y otras consecuencias que muy probablemente no sepamos.

Es por ello, que considero importantísimo la devolución de los archivos a sus legítimos dueños, previa digitalización de los documentos. ¿Porqué si no el PP aportaba dinero para preservar el supuesto “trabajo” de Franco? El deterioro del papel y de la tinta, agregado a las hojas que no siempre se utilizaban de buena calidad imponen una restauración.

La que suscribe tiene documentos de su abuelo originales, y es terrible cómo la letra manuscrita se borra, los bordes de los papeles se rompen, y llegarán a un estado que perderemos el testimonio escrito que es tan valioso para nuestra memoria histórica. Las hojas se utilizan de ambos lados, generalmente existe algo impreso en el anverso y un escrito manuscrito en el reverso.

Considero también que, los que invocan la unicidad del archivo, tuvieron mucho tiempo ya para recuperar las consecuencias del paso del tiempo del material de archivo, si no lo han hecho hasta ahora, es lógico que otras instituciones públicas, como es la Generalitat, los requiera.



Los exiliados exigimos una mayor facilidad para lograr obtener información de nuestros familiares víctimas del franquismo además de libre acceso derecho humano fundamental, que se incumple sistemáticamente en los diferentes archivos militares españoles que conservan información sobre la Guerra Civil, documentación que a veces es estrictamente civil.



Sumamente difícil me ha resultado acceder a expedientes de mi abuelo, tíos abuelos. Por un lado no se ubican, por el otro, el costo es muy elevado para que el archivo de Salamanca los remita a nuestros países de Latinoamérica en su mayoría. Con referencia a los expedientes carcelarios he logrado acceder al de mi abuelo en forma gratuita pero luego de recibir numerosas notificaciones de no existir antecedentes, a través del Ministerio del Interior.





El camino de la investigación es muy largo, son años que sobrevivimos a desilusiones, necesitando tener en nuestro poder aunque sea una firma de nuestro familiar.



Gracias a un investigador del Archivo de Salamanca ubiqué dos expedientes, el de mi tío desaparecido en Teruel y el de mi tío abuelo. Mi padre exiliado en la Argentina fue la primera vez que veía la letra y la firma de su hermano.



Esos documentos NOS PERTENECEN, que los quieran preservar como memoria histórica, es válido pero si el deterioro de los mismos es manifiesto.... nos avala el derecho a la información, un derecho humano que continúa siendo violado mientras no se entregue.



Asimismo, a medida que se incautaban documentos el ejército franquista se apoderó de obras de propiedad intelectual (cuadros, dibujos, cartas, libros). Dichas creaciones constituyen un derecho de autor ineludible tanto para los autores como para sus herederos en un plazo de 70 años después de su muerte, de acuerdo a la Directiva de la Comunidad Económica Europea.



Finalizando, y para no continuar extendiéndome, REIVINDICO el derecho de los exiliados al libre acceso a la documentación de cualquier archivo (no solamente el de Salamanca) y a lograr acceder a trato igualitario con aquellos que habitan en el Estado español.



La discriminación existente hace sufrir a los descendientes de exiliados nuevamente el vacío, la indiferencia, la impotencia acerca de la escasa preocupación existente por nosotros.



Se escribe sobre Cataluña, sobre Salamanca, sobre otros pueblos, ¿y NOSOTROS LOS EXILIADOS? ¿No tenemos derecho a lograr una informacion de fácil acceso?



Ines García Holgado. Abogada. Buenos Aires. Argentina.

Argentina-española.
EXILIO CONSECUENCIAS.
Extractos de una obra conjunta sobre exiliados de los autores Sonia Legarralde, Silvia Visconti y Alvaro Martínez.

La primera experiencia inmediata de quien ha sido desterrado es la de haberlo perdido todo, se va profundizando la experiencia del desarraigo la cual conlleva PÉRDIDAS.
La Lengua.
El tiempo y espacio: “soy expatriado del tiempo y el espacio”. “No vivo el presente” . AZORIN.
MARIA ZAMBRANO: “el exiliado se siente al borde de la historia, solo en la vida y sin lugar propio”.
También se pierde el PRESENTE porque el propio tiempo sigue transcurriendo LEJOS...”Las estaciones ya no son las mismas” percibe dolorosamente RAFAEL ALBERTI.
La segunda experiencia es el descubrimiento de la nueva realidad. En diferentes actitudes, diferentes etapas:
Aceptación
Rechazo
Asimilación

ACEPTACION: implica tanto aceptar como ser aceptados. Según testimonios fue más fácil en Buenos Aires, donde hubo un espacio popular el de la Avenida de Mayo y de las redacciones de diarios, hasta círculos intelectuales como editoriales que acogieron a los recién llegados.
Algunos NO SE ADAPTARON DE INMEDIATO, viviendo de manera provisional “como acampando” al decir de FERNANDO BAEZA.
RECHAZO DE LA NUEVA REALIDAD: otra actitud. Hubo juicios severos de parte de muchos de los exiliados hacia los argentinos (valores, cultura, etc.).
ASIMILACION DE LA NUEVA REALIDAD. Otra actitud. Actividad intelectual extraordinariamente fecunda en torno de los exiliados españoles. SE EDITARON COLECCIONES MAGNIFICAS de clásicos, revisadas y compiladas por ellos editadas por SENECA en México, LOSADA Y ESTRADA en Buenos Aires o CRUZ DEL SUR en Chile.
Además, hubo teatro, cine, música, pintura, escultura del exilio español en l a Argentina (sin detenernos).
En los DIARIOS LA NACION y LA PRENSA aquellos emigrados que habían sido colaboradores antes de la Guerra Civil prosiguieron con esa labor y remiten sus artículos desde la primera escala del destierro: FRANCIA. Poco tiempo después, algunos de estos colaboradores de LA NACION comenzaron a llegar a Buenos Aires: ORTEGA Y GASSET
PIO BAROJA
GREGORIO MARAÑON y más...
El caso de LA PRENSA era análogo al de LA NACION, también conservando colaboradores. AZORIN, y otros.
También: CRITICA
NOTICIAS GRAFICAS
Revistas: EL HOGAR
ATLANTIDA
SABER VIVIR
Publicaciones específicamente españolas: para nombrar dos: ESPAÑA REPUBLICANA Ó GALICIA EMIGRANTE.
EDITORIALES: Se produjo un fenómeno de transformación de las casas españolas que funcionaban como librerías y distribuidoras en editoras argentinas.
SOPENA
ESPASA CALPE
LABOR
ESPASA CALPE se transforma en ESPASA CALPE ARGENTINA.
El ingreso creciente de exiliados contribuyó a las transformaciones referidas y a la creación de nuevas editoriales..
En 1938 se funda EDITORIAL LOSADA. (Gonzalo Losada era uno de los gerentes de ESPASA CALPE). Algunos hitos memorables: la publicación de las primeras obras completas de FEDERICO GARCIA LORCA. También se editan obras de UNAMUNO, RAFAEL ALBERTI.
A FINES DE 1939 comienza a funcionar SUDAMERICANA. Editó SALVADOR DE MADARIAGA, CLAUDIO SANCHEZ ALBORNOZ, JORGE GUILLEN.
EMECE: es otra editorial donde cumplieron una intensa actividad los exiliados españoles en Buenos Aires.
En la década del 40 se crearon también EL ATENEO, POSEIDON, ATLANTIDA.

Franco afirmaba "los exiliados no regresan porque no lo desean..."

Algunos textos transcriben declaraciones de todos los colores políticos que reconocen que Franco afirmaba "los exiliados no regresan porque no lo desean..."
Las historias que generosamente brindan a la que suscribe exiliados españoles que lograron sobrevivir a la guerra civil española y a la postguerra son TERRIBLES.
Los seres humanos que en diferentes barcos, huyendo del caos o de la imposibilidad de estudiar o de trabajar por ser tildados de "rojos" en la postguerra, no viajaban precisamente en primera clase. El lograr llegar a destino fue duro, largo, con frío, hambre, desolación, impotencia.
Dejaban atrás hermanos, tíos, padres asesinados, desaparecidos como familiares que quizá por miedo o cobardía cruzaban de vereda cuando se encontraban en las calles de Madrid, Barcelona, Salamanca,
Nuestros vencedores vencidos republicanos abandonaban también bienes y dinero expropiados, estudios, trabajo y su patria, la patria que los había desilusionado y que los echaba ya que en numerosas ocasiones los pasaportes no autorizaban el regreso.
Cuando en puerto eran recibidos por los países latinoamericanos con gran generosidad comenzaban su vida como si nunca hubieran existido como seres humanos.
Los niños y adolescentes no eran llamados "rojos" sino "gallegos" y también comenzaban otra vez, nuevos amigos, diferentes costumbres.
Los exiliados españoles aportaron a América Latina una cultura de trabajo, de ahorro, de cultivar la tierra, de estudio.
Fuimos favorecidos por todos ellos, un excelente ejemplo de vida, de un comenzar de nuevo, tratando de no pensar en los seres queridos perdidos en una lucha justa, defender un gobierno legítimamente constituído.
Pero, como terminaron sus vidas?
La que suscribe obtuvo testimonios a través de los cuales logró enterarse que hubo aquellos que no pudieron superar el conventillo, el comenzar nuevamente. Exiliados que se suicidaron al no poderse reunir con sus amigos de siempre, ni disfrutar de sus montañas, valles, ríos con pleno derecho ya que era su lugar de nacimiento.
Otros enloquecieron de tristeza, nunca se casaron ni tuvieron hijos, vivieron miserablemente, sin amigos, solos.
Los más fuertes que lograron sobrevivir, se encuentran internados por alguna enfermedad o accidente en hospitales públicos donde los insumos y los profesionales escasean.
Los niños y adolescentes nacidos después del año 1930, algunos son jubilados y sus vidas son miserables ya que la jubilación en la Argentina no alcanza para remedios
Todos ellos fueron niños alguna vez. Paseaban por Pamplona, Salamanca, Lumbrales, Madrid, Barcelona, jugaban con sus amigos. Sus padres con ideas políticas marcadas, les transmitían principios que nunca abandonaron.
Algunos conservaron el acento, otros adoptaron el del país que los recibió. Están aquellos que decidieron no recordar más ni a sus familiares ni a la tierra que los vio nacer y que murieron sin regresar a Europa.

Así como la "ley del eterno retorno" indica que, al menos una vez en la vida se debe peregrinar al suelo "santo", existe también una por la cual "los exiliados NO REGRESAN A ESPAÑA"
Va en estas palabras el merecido homenaje a todos los hijos de España encarcelados, muertos, desaparecidos durante la Guerra Civil; a quienes, como la familia García Holgado, ofrendaron su vida por la España Republicana.

Frases del exilio

FRASES DEL EXILIO

He crescut en el mar
el camp arat del mar".
(Ramón Xirau)

"Estamos aquí
y no estamos
vivimos flotando".
(Manuel Durán)

"Tú como yo: ¿quién eres?
¿Dónde empiezas a ser y dónde acabas?".
(Nuria Parés)

"Estar aquí de olvido
estar de paso, estar entre dos cosas".
(Jomi García Ascot)

"En todas partes busqué siempre ser vencido
No fui lacayo nunca de la odiosa Victoria".
(Tomás Segovia)

"¿De qué tierra será?, ¿dónde su mar?
-dicen-, ¿cuál es su sol, su aire, su río?".
(Luis Rius)

"Quizá vuelva a Madrid,
mas no sabré a qué vuelvo".
(César Rodríguez Chicharro)

"No vuelvas. Llegarías en tiempo de la danza
-el tiempo en que dejaste tu memoria más limpia-".
(José Pascual Buxó)

"... qué dos orillas
nunca
como labios
cerrándose".
(Enrique de Rivas)

"Yo también hablo del exilio chirle.
No sé bien la causa".
(Gerardo Deniz)

"¿Quién tiene una orilla cierta,
aquí,
ahora?".
(Francisca Perujo)

"Como no tengo raíces
no me entierro".
(Angelina Muñiz-Huberman)

"Me busco en mis memorias.
No me encuentro".
(Federico Patán)

Testimonio de un exiliado en la Argentina por ser hijo, sobrino nieto, hermano de republicanos asesinados, fusilados y desaparecido respectivamente.

Buenos Aires, 18 de marzo de 2004.



Testimonio de un exiliado en la Argentina por ser hijo, sobrino nieto, hermano de republicanos asesinados, fusilados y desaparecido respectivamente.


Como tantos chicos , finalizada la Guerra Civil Española y luego de duros años de posguerra tildado de “rojo” entre mis amigos y compañeros de colegio, tuve que abandonar España en 1949. Dejaba lo que más quería en la vida y veneraba: Mi padre, mi hermano y mis dos tíos abuelos. Hombres buenos, honrados como pocos, dicho por propios, ajenos y enemigos (1) Se quedaban solos en el cementerio. Me preguntaba porqué, Dios Mío?. Qué nos pasó?. No encontraba respuesta. Hoy, aquí, en Buenos Aires, sigo sin tenerla.
La paz que tanto se dice reinó...solamente fue para unos y no para todos. Los míos solo quienes habían muerto, víctimas del “morbus ibericus” quizá la encontraron... Los vencedores impusieron la suya sin generosidad, altura y grandeza de alma. Los que fueron agraviados no tuvieron caridad ni perdonaron. Toda la literatura oficial, sesgo ideológico mediante, condenó sin atenuantes a los vencidos.
Los años pasaron. El tiempo, se dice, todo lo cura. La distancia, además, borra el recuerdo. De niño, hombre me hice en esta bendita Argentina. Por años, soy más argentino que español. Pero la infancia no se olvida. Madrid, el Liceo Francés, la nieve, los sabañones, las ensaimadas, el café de achicoria, los churros, el Aprendiz de Río, La Glorieta de Quevedo, en fin, por siempre “colchonero de alma”. Los viajes a Alcalá de Henares, cuando la Virgen de la Merced, para pasar el día en la cárcel con El , mi papá querido y adorado (1940/43). En la carpintería de la cárcel me armaba juguetes de madera, trencitos, cajitas...conociendo ya el destino de su hijo mayor desaparecido como teniente médico en la Batalla de Teruel a la tierna edad de 24 años. Cuanto habrás sufrido!!.
Es cierto, lo que fue malo, el recuerdo infantil lo transforma en lágrimas de agradecimiento por esos tiempos vividos. Era feliz en esos momentos. No puedo, a Dios gracias, olvidar cuando junto con mi madre esperé su salida de la cárcel rumbo al destierro. “Estaba encorvado, más chico y todo su pelo blanco”..Qué te habían hecho estos reverendos malditos!! . Partió a Puerto Pasajes en San Sebastián con un perro que vivía en la cárcel llamado “Chiqui” al destierro.
Es cierto, todos son recuerdos que te golpean melancólicamente el corazón y el alma haciendo todo más entrañable, más limpio.
Quedan las cicatrices, cerradas, pero siempre a la vista. Mis tíos Elías fusilado en Lumbrales por “rojo” teniendo entre sus manos el rosario, Luis en Astorga, recibe el paseo. Lo denuncia un compañero para salvarse acusándolo de ser masón (2) que lo era, pero fue fusilado por pensar diferente. Mi hermano Vicente, 24 años, médico en el frente de Teruel sin conocerse hasta hoy su sepultura. Padre que pasa desde el 39 por la prisión de San Antón, luego Alcalá, destierro a Pasajes y cuando regresa en 1945 me lo matan, consigue trabajo en el sindicato de pescadores de Puerto Pasajes y es en Madrid cuando tramitando documentación para ese sindicato encuentra su muerte. Cae (es tirado) por las escaleras de la Dirección General de Pesca. Molestaba, por supuesto, otra vez este Vicente defendiendo derechos de trabajadores?. Si hasta creó un guante especial para que no se lastimaran las manos y hasta rechazó en numerosas ocasiones el ofrecimiento de sus compañeros de trasladarlo a Francia. Mi hermana Luisa que trabajaba en la Casa del Socorro es secuestrada y torturada por la checa acusada por un primo (alguien de su propia familia!!) en 1940.
Emigramos, nuevo destierro, raíz rota. Hoy por años y con autoridad moral quiero contarle los recuerdos de viejo en años y muy, muy joven de alma y corazón. Me ayuda el hecho de ser profesor universitario y estar continuamente rodeado de jóvenes. Optimista irreprimible siento que todos los que hemos padecido lo mismo estamos rodeados de un entorno , un vacío de quienes piensan en cosas de viejos. Puede ser...pero me duele España, no la de ayer sino, posiblemente la de hoy “Vox clamans in deserto”...
Hablo de vejez porque mi hija que fue al PSOE para averiguar sobre la votación, preguntó sobre la memoria histórica y su reivindicación y le dijeron: “Oye, somos socialistas y por eso tenemos memoria, pero nada más. La guerra civil española es algo VIEJO y nosotros miramos para adelante.” Los grandes socialistas, de izquierda “mal llamados” siguen la postura del olvido y la tergiversación. Mal que les pese, la memoria de un pueblo no es dejada atrás por voluntad de uno, dos partidos políticos. Seguiremos luchando, quedan los descendientes y la antorcha será transmitida a los descendientes de nuestros descendientes”. No pretendo revanchismo porque ello no conduce a nada.
Para construir la verdadera España se necesitan políticos y estadistas de raza. No hacedores de votos, prebendas y empleos. Todo lo actuado de 1939 a hoy ha sido no afrontar la Verdad. Porque ella es UNICA E INDIVISIBLE. NO HAY NI EXISTE OTRA.
Los VENCIDOS queremos reparación de acuerdo a derecho, recuperar la honra por ser vencidos, sacar la tacha moral inicua e injusta. Esto no se arregla con compensaciones económicas.
La soberbia del poder ciega. Los que hoy están no abren España a la Historia, la auténtica, la que duele, ilumina, honra, da serenidad al espíritu, descanso después de tantos años.
No hay paz sino es lograda por consenso. Los que perdimos tenemos derechos inalienables, imprescriptibles, no abstractos sino concretos : Saber donde están nuestros muertos para honrarlos, revisión de sentencias judiciales y otros.
Solamente viviendo en conciencia, respeto, sin discriminaciones ni exclusiones hacen posible una España, una Patria Grande para todos y de todos.
Lo saludo muy atte.
Perdón por la extensión.

Benjamín García Holgado
Abogado-Doctor en Derecho
Doctor en Historia
Doctor en Sociología
Universidad de Buenos Aires (U.B.A.)

domingo, 4 de abril de 2010

Una muestra recuerda a los exiliados de la Guerra Civil
Los republicanos españoles por testigos se expone en el Ayuntamiento del distrito XIX de París

O
PÚBLICO - PARÍS - 03/04/2010 22:30

Una exposición sobre la historia de los republicanos españoles exiliados en Francia aviva el recuerdo del periplo que vivieron cerca de medio millón de personas que abandonaron España al estallar la Guerra Civil.

Los republicanos españoles por testigos se expone en el Ayuntamiento del distrito XIX de París, barrio que históricamente acogió a buena parte de los exiliados españoles que se afincaron en la capital francesa.

"La muestra trata de explicar a las jóvenes generaciones cuál fue el devenir de los españoles y de la España republicana", comenta Véronique Olivares, la coorganizadora de la exposición e hija de un republicano exiliado que también fue deportado a Mathausen.